Etxerat

ETXERAT (2019-06-22). Duela 22 urte, 1998ko ekainaren 22an, Zierbenako Jose Mari Maruri hil zen dispertsioko errepide batean, semea ikustera joaten zelarik. Omenaldi bat egin dio Etxeratek goiz honetan bere herrian. Horra Etxerateko ordezkaria Nagore Mujikak egin duen adierazpena. 

Hasi baino lehen eta Etxeraten izenean, eskerrak emon nahi dizkizuet hurbildu zareten danoi eta, bereziki, Lander, Mariasun eta Aizetiri.

Hoy, cuando se cumplen 21 años de su muerte, queremos recordar a Jose Mari Maruri, queremos que su memoria salga de la sombra hacia la luz del reconocimiento, necesitamos transformar nuestro dolor en un paso hacia adelante, hacia un futuro en el que lo ocurrido, nunca más vuelva a suceder.
No vamos a arrinconar nuestro dolor, no podemos ni queremos esconderlo. Lo llevamos con nosotros porque es el dolor de la ausencia. El dolor mantenido en el tiempo porque pasan los años y nuestra situación, la de los familiares y allegados de presas y presos vascos continúa igual. Al de Jose Mari se han sumado centenares de accidentes, y también otras víctimas mortales. Es el dolor por todas y por cada una de ellas.

Baina badugu aurrera egiteko eskubidea. Kostata, baina aro berria finkatzeko pausoak ematen ari gara. Aro itxaropentsurantz abiatzeko eskubidea dugu, konponbidea, elkarbizitza eta bakea lortzeko bidean gaude eta horretarako ezinbestekoa da dispertsioak eta salbuespen espetxe politika krudel honek eragindako sufrimendua aitortzea, inoiz berriro gerta ez dadin.

En honor a la verdad y a la memoria, queremos hoy recordar con una sonrisa a Jose Mari, como recordamos a Rosa y Arantza, a Sara, a Leo, a Karmele, a Iñaki y Argi, a Mari Carmen, a Pilar y Alfonso, a Antxoni, a Iñaki y Asier, a Ruben, a Natividad.

Reivindicamos su condición de víctimas de la dispersión porque una política penitenciaria de excepción que busca utilizarnos por alto que sea el precio, les obligó a estar donde estaban cuando la carretera se cobró el precio más alto. Vale la pena apostar por la resolución, la convivencia y la paz y, para ello, es imprescindible el reconocimiento de todos los sufrimientos. No queremos ser nosotras quienes, enquistando nuestro dolor, pongamos freno al futuro. Esta es la mayor aportación que podemos realizar.

Hoy mismo, este fin de semana, decenas de personas, familiares y amigos y amigas se vuelven a jugar la vida en las carreteras. Seguimos pagando un alto precio, nuestra condena por ser familiares y por quererles. La condena que pagó Jose Mari Maruri cuando acudía a visitar a Lander. Ser familiar de presos y presas vascas y quererles no tiene que ser un delito.

Biktima potentzialak gara oraindik ere, euskal presoen senide eta lagunentzat sufrimendua ez da oraindik bukatu. Queremos recordar hoy, en Zierbena, a Jose Mari y queremos hacer llegar a toda su familia, muy especialmente a Lander, todo nuestro cariño, nuestra solidaridad y nuestro compromiso con el fin del alejamiento, con la memoria y con el futuro.

Jose Mari beti egongo zara gure memorian eta bihotzetan.