El Tribunal de Derechos Humanos deberá, sin embargo, valorar en cada caso otras cuestiones relacionadas con la condena al destierro
ETXERAT. Desde el punto de vista de la asociación de familiares y amigos de los presos y refugiados políticos vascos, Etxerat valora negativamente la no tramitación de la demanda, por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, a la demanda contra el alejamiento presentada por los presos Alex Zobaran, Ione Lozano y Urko Labaka en 2013, cuando los tres estaban encarcelados en la prisión de Lyon.
Etxerat considera que esta decisión puede influir negativamente en la demanda interpuesta recientemente en el mismo tribunal, en contra de su alejamiento, por Josetxo Arizkuren, así como, en adelante, en los casos de cerca de 260 presos políticos vascos que se encuentran en las cárceles españolas, que tras finalizar todas las vías judiciales estatales, emprenderán sus propios procedimientos ante el mismo tribunal.
También denunciamos las razones del Tribunal de Derechos Humanos para rechazar la tramitación de estos recursos. El número de visitas o llamadas recibidas no suaviza la vulneración de derechos que padecen los familiares y allegados, en razón de la política de dispersión. La perseverancia y amor a nuestros familiares presos nos hace recorrer miles de kilómetros por unas horas junto a ellos y ellas.
En cualquier caso, la decisión tomada respecto a la queja de estos tres presos no cierra la puerta al resto de casos, ya que en la demanda de Josetxo Arizkuren se plantean más cuestiones relacionadas con la condena al destierro que supone el alejamiento de su entorno afectivo, familiar, social y cultural. Esta desestimación valora estos casos particulares, pero el Tribunal deberá entrar a valorar todos los casos en los que consideramos que se conculcan los derechos de los presos políticos vascos, sus familiares y amigos.
Etxerat quiere señalar que vamos a seguir trabajando para que el final del alejamiento de nuestros familiares presos se resuelva en términos de voluntad política y social, aunando amplios acuerdos como el Acuerdo Social que venimos trabajando con la práctica totalidad de fuerzas políticas, sindicales y sociales, al objeto de acabar con este injusto instrumento que aplican los estados español y francés frente a toda lógica de respeto a los derechos humanos.