ETXERAT. Allegados del preso político vasco Oskar Calabozo, entre ellos un niño de un año, se han visto en serio peligro al reventar una rueda del vehículo que conducían. El accidente ha tenido lugar cuando dos amigos del preso vasco y su hijo, un bebe de un año, volvían visitarle en la prisión de Córdoba, a 800 km de Euskal Herria. Por fortuna, ninguno de los tres ha sufrido daños de consideración. Los efectos del reventón han llegado a afectar incluso a la carrocería del vehículo, por lo que no han podido continuar el viaje.

Etxerat quiere subrayar que, el riesgo impuesto que corren los familiares y allegados de presas y presos políticos vascos en estos desplazamientos obligados, ha podido tener, una vez más, consecuencias mucho peores que los momentos de temor y tensión que han pasado las personas afectadas. El hecho de que niños y menores de edad deban verse continuamente en esta situación, eleva los costos de la actual política penitenciaria sobre los familiares y allegados de los presos pero también la responsabilidad de los gestores de la actual política penitenciaria y de los sectores partidarios de su mantenimiento. La situación que han vivido los allegados de Oskar Calabozo, podía y debía haberse evitado. Hoy por hoy, el alejamiento no ha encontrado todavía la voluntad necesaria para ser desactivado. Este es el hecho que Etxerat quiere poner hoy de relieve.