“Aún no hemos podido contarle cómo murió ama” ha denunciado su familia. Josune Arriaga tenía autorizada una comunicación extraordinaria para esta tarde. El traslado a la prisión de Topas, Salamanca, se ha realizado hoy por la mañana.

 

ETXERAT. La presa política vasca Josune Arriaga, ha sido trasladada esta mañana a la prisión de Topas según han informado a Etxerat sus familiares.

Este traslado, ha privado a Josune y a su familia de la comunicación vis a vis que tenían autorizada para esta tarde, única ocasión desde el fallecimiento de su madre, para poder tener un encuentro familiar. Tal y como han expresado los familiares de la presa política vasca, aún no han podido hablar con ella de cómo murió su madre. Para los sobrinos de Josune Arriaga, era también la única oportunidad de poder estar con ella sin verse sometidos a un desplazamiento de 900 km.

Cinco días antes del fallecimiento de su madre, Instituciones Penitenciarias había denegado el traslado que la presa política vasca había solicitado para poder visitarla. “Eso de que se está muriendo, lo dices tú” fue la respuesta de la cárcel a pesar de los informes médicos presentados. El día 7 de septiembre, fallecía finalmente su madre y el día 9 Josune Arriaga fue trasladada a Iruñea para asistir al funeral. También en esta ocasión fueron las autoridades penitenciarias quienes decidieron cómo daría el último adiós a su madre: a pesar de haberlo solicitado, no le autorizaron asistir a la incineración.

Etxerat considera que es en estas ocasiones cuando más visible queda el espíritu de venganza presente en la actual política penitenciaria. Desde la negativa a que pudiera visitar a su madre cuando aún estaba con vida, la negativa a que pudiera asistir a la incineración después y el reciente traslado, horas antes de que pudiera reunirse con su familia, no pueden tener otra lectura que la voluntad expresa de agudizar el sufrimiento. Ese, y no otro, es el verdadero objetivo de la política de dispersión.​