ETXERAT. El preso político vasco Ibon Iparragirre fue devuelto el pasado lunes a la prisión de Alcalá Meco, tras ser sometido a diversas pruebas en el Hospital Principe de Asturias ese mismo día.
El preso vasco, enfermo de sida en la fase C3 y con sus defensas muy bajas, comenzó a toser la semana pasada y su situación se agravó durante el fin de semana. Sin embargo, la ausencia de médicos demoró hasta el lunes su traslado al centro sanitario.
El pasado mayo Ibon Iparragirre fue también hospitalizado, como consecuencia de un neumonía. Tanto en aquella ocasión como ahora, sus familiares han tenido que viajar de urgencia a Madrid para estar cerca de Ibon. Con independencia de los resultados que arrojen los análisis, el nuevo traslado de Iparragirre pone de manifiesto la situación límite que padece el preso de Ondarroa.
La pasada semana se conoció precisamente el último informe elaborado por un profesional del Colegio de Médicos de Madrid, a petición del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional española, que concluye que Ibon debe abandonar la cárcel para ser tratado de su enfermedad con garantías y respeto. El juez de Vigilancia Penitenciaria debe tomar una decisión al respecto.
Queremos denunicar una vez más la situación que está padeciendo Ibon Iparragirre y sus familiares y amigos. ¿Hasta cuándo piensan seguir prolongando esta situación? ¿A qué están esperando? Exigimos de un vez por todas la suspensión de condena para Ibon Iparragirre.
¡Las y los queremos vivos y en casa! .