La situación de los 12 presos gravemente enfermos es muy grave y su salud, lejos de mejorar, empeora cada día. Por ello, desde Etxerat, queremos dar a conocer a la sociedad vasca qué es lo que está ocurriendo con nuestros familiares y allegados, y cual es la situación en la que se encuentran.
Es hora de encender la alarma roja. La situación en la que mantienen a estos 12 presos políticos vascos, gravemente enfermos, es insostenible y la conculcación de derechos: diaria.
En un año natural han fallecido tres presos políticos vascos en la cárcel.
A día de hoy, 12 están muy graves; en una situación límite. Hablamos de cánceres en estadios avanzados, SIDA y enfermedades mentales que en la cárcel sólo empeoran. Y a ante esto, como familiares, como amigos pero, sobre todo, como personas, la pregunta que nos hacemos es tan dura como clara:
¿Cuantos de estos 12 presos tienen que morir en la cárcel para que los estados respeten sus derechos?
Los Gobiernos español y francés siguen empecinados en extender el dolor y el sufrimiento para obtener réditos políticos. Mantienen en la cárcel a estos 12 ciudadanos vascos enfermos cuando saben que sus dolencias incurables sólo van a ir allí a peor, más rápidamente; cuando saben que los están condenando a muerte. No sólo eso, los mantienen además, aplicandoles las medidas más crueles. Medidas como la dispersión, la aislamiento o dificultando sistemáticamente los tratamientos que cada enfermedad requiere.
Hablamos de decisión política para generar dolor y sufrimiento refiriéndonos exclusivamente a los datos. Entre los años 2008 y 2011 fueron 12 los presos que obtuvieron la libertad atenuada. Prisión atenuada porque, por su estado de salud así lo requría; estaban enfermos y tenían derecho a estar en libertad.
La ley se aplicó, con muchas trabas, con muchos problemas pero existía la posibilidad de que un preso enfermo pudiera tener una convivencia digna con su enfermedad.
Es después de 2011, una vez iniciado el proceso de paz y declarado el alto el fuego de ETA cuando el acceso a la prisión atenuada o a cualquier otra medida de excarcelación por enfermedad grave e incurable queda definitivamente cerrado. Desde entonces, se han tramitado 14 peticiones de libertad y sólo en un caso se ha aplicado la libertad condicional por enfermedad en estadio terminal.
Aplicación que posteriormente... se ha revocado!
Se revocó sí; a pesar de que la situación del preso enfermo no había variado; de que sigue igual de enfermo. Pero no sólo se ha revocado esta sino también la de Ibon Iparragirre; preso enfermo de SIDA, a quien se aplicó la prisión atenuada en 2011.
Queda claro que la decisión es por tanto, política; que nada tiene que ver con criterios legales ni sanitarios.
3 presos políticos han fallecido y tenemos casos gravísimos con mal pronóstico pero aquí no existen razones humanitarias para rápidas excarcelaciones como con Rodriguez Galindo, Vera o Barrionuevo.
Tenemos 12 casos sangrantes, gravísimos, de los que van a ofrecer testimonio los familiares aquí presentes. Cedo la palabra a Kontxi compañera de Txus Martin:
Ahora, Cristina, compañera de Ventura Tomé:
Cualquier persona que ha sufrido un cáncer, que padece una lesión grave de corazón o una enfermedad degenerativa sabe que su vida depende del estricto control del tratamiento prescrito. Y sabe también que las condiciones de insalubridad de las cárceles españolas y francesas sólo aportan riesgos añadidos a una situación suficientemente delicada.
Es muy significativo a la par que clarificador que la vuelta de tuerca a la política penitenciaria se haya dado precisamente después de que ETA haya cesado su actividad. Esta violencia que sufrimos con todas estas políticas de excepción, con la dispersión, con medidas inhumanas... todo este sufrimiento que están generando diariamente en cientos de familias, en allegados, amigos, en miles personas vinculadas afectivamente y socialmente a las y los presos vascos, tiene que acabar ya. La sociedad vasca, las fuerzas políticas y sindicales que apuestan por el respeto a los derechos humanos, no pueden admitir que se perpetúe una estrategia de estado basada en la crueldad, en el odio, en la venganza.
¿A qué esperan los estados para dejar atrás la política penitenciaria de la venganza y el dolor?
Desde Etxerat queremos hacer un llamamiento a la responsabilidad.
Por ello, esta rueda de prensa, este ejercicio de transparencia. Por ello, esta explicación a la sociedad de la cruda realidad que los estados nos están obligando a vivir. Una realidad que queremos dejar atrás para siempre.
Es hora de desactivar definitivamente la política de dispersión y todas sus medidas de excepción.
Todo esto en la semana en la que Arkaitz Bellon tenía la fecha de salida, después del negro aniversario de los 25 años de dispersión y dos días después de que el Parlamento Navarro haya negado la oportunidad de hablar a la familia y al médico de Ventura Tomé.
Para concluir queremos también llamar a la ciudadanía a participar en las dos manifestaciones que se celebrarán el próximo 31 de mayo en Ondarru y Baiona para reclamar la libertad de los 12 presos enfermos.