ETXERAT (29-9-2019). En el contexto de la total confianza que la asociación Etxerat deposita en la sociedad vasca, hemos pedido una y otra vez, y seguimos haciéndolo, implicación en la movilización y el trabajo para contribuir a acabar con la política penitenciaria de excepción y el sufrimiento que continúa generando.
Hoy queremos interpelar a quienes mantienen la política penitenciaria en España. Hay un sufrimiento que permanece latente, el que padecen los familiares y allegados de los presos políticos vascos.
Nos condenan a sufrir la dispersión. Su política penitenciaria es una condena para el familiar y es ya urgente acabar con este sufrimiento.
Resulta insostenible mantener por más tiempo que cientos de familias, miles de personas sufran esta condena. Reivindicamos la urgencia de acabar de una vez por todas con la condena a los familiares. Éstos son algunos de los innumerables testimonios que forman parte de nuestra realidad diaria. Los familiares tienen la palabra.
Txemin (Galdakao):
(…) a mi hijo le han condenado sin juzgarle. Le han condenado a no poder ir a visitar a su tío preso en la cárcel de Puerto de Santa María. Si para cualquiera es complicado recorrer por imposición 900 kilómetros de ida y 900 kilómetros de vuelta, para personas mayores, niños, personas enfermas… aún lo es más. Sería todo diferente si nuestro familiar se encontrara en Euskal Herria (…)
Jone (Galdakao):
(…) fin de semana tras fin de semana, desde hace ya más de 30 años, nos jugamos la vida para poder estar junto a nuestros familiares presos. Son muchos años sufriendo demasiados kilómetros, demasiados riesgos los que corremos en la carretera. Nada ha cambiado. Nos han condenado sin estar juzgadas y nuestro delito es ser familiar y quererles (…)
Amaiur (Bilbo):
(…) ¿Por qué tengo que sacrificar mis partidos de fútbol, las fiestas de cumpleaños de amigos y amigas, por qué tengo que perder clases? Tengo 16 años y desde que era bebé no conozco otra cosa. Esta es la realidad que hemos tenido que padecer y también actualmente sufren muchos niños y niñas, si queremos estar con nuestro aita y ama presas. No queremos renunciar a nuestra infancia (…)
Rafa (Laudio):
(…) a mi hermano Fontso y a Pili les obligaron a recorrer cientos de kilómetros para poder visitar a su amiga e hija presa en Ourense. La condena que le impusieron fue la de perder su vida en la carretera. Ellos y las otras 14 víctimas mortales que ha ocasionado esta política de dispersión tienen derecho a ser reconocidas, tienen derecho a la memoria. Es urgente acabar con la política de dispersión (…)
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El alejamiento y la dispersión han provocado, entre otras duras consecuencias, durante más de 30 años, casi 1.000 heridos de diferente consideración en accidentes (tan sólo en lo que llevamos de año 13 personas afectadas); 16 víctimas mortales.
Reivindicamos la memoria y el reconocimiento de estas 16 víctimas para avanzar en la resolución y la convivencia. Para garantizar que no se vuelva a repetir. Y anunciamos en este contexto un acto nacional de reconocimiento de las víctimas de la dispersión que se celebrará el 23 de noviembre en Gernika.
Etxean eta bizirik nahi ditugu!