ETXERAT (10-6-2020).  Ante el anuncio de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias de cuatro próximos traslados de otros tantos presos vascos, cuando lo permitan las condiciones de movilidad derivadas del Covid-19, Etxerat quiere romper hoy con su habitual manera de confirmar traslados o acercamientos de presos que nos lleva a realizar valoraciones tan solo en el momento que se producen, y manifiesta que estos eventuales movimientos son totalmente insuficientes, más aún en el caso de Julen Atxurra Egurrola que, según adelanta el Ministerio de Interior, será trasladado desde Puerto I a la prisión de Aranjuez.

Julen Atxurra, de 61 años de edad, 24 de ellos en prisión, sufrió el 13 de mayo un derrame cerebral, como consecuencia del cual se ha visto afectado en la parte izquierda de su cuerpo. Atxurra debe estar en Euskal Herria, junto a su familia y su médico de confianza, y así lo expresamos desde el primer momento.

El Ministerio de Interior anunció ayer que trasladará a Balbino Sáez Olarra, de Valencia a la prisión de Valladolid (había sido recientemente trasladado de Valencia II a Valencia III); Asier Mardones Esteban desde la cárcel de Alicante a la de Logroño; Asier Rodríguez López, de la prisión de Albolote a la de Soria; y el ya señalado caso de Julen Atxurra Egurrola.

De igual manera, tal y como hemos defendido y planteado al Gobierno español junto a otras organizaciones sociales de todo el Estado, deben ser excarceladas todas las y los presos especialmente vulnerables al contagio de Covid19, como quienes superan los 65 años de edad, quienes padecen enfermedades graves e incurables, así como mujeres embarazadas o con hijos o hijas presas.

La desescalada tras el confinamiento por el Covid-19 ha demostrado que, tanto para los presos y presas, como para los familiares y allegados, a efectos de mantener el vínculo familiar, las visitas y la comunicación, el problema no es la distancia de la prisión en la que se encuentren, bien sea a 500 o a 1.000 kilómetros. El problema es que seguimos sin poder visitarles y que está situación de interrupción de comunicaciones o de fases de la desescalada que impiden realizar visitas en otras provincias podría repetirse en un futuro.

Reiteramos, por lo tanto, que es imprescindible y urgente acercar a todas las presas y presos vascos a Euskal Herria, tal y como lo demanda la sociedad vasca y cada vez más sectores de la sociedad española.

¡Las y los queremos vias y en casa!