argazkia.jpg

ETXERAT (1-5-2021). Lectura conjunta que hemos hecho con Sare del último viernes de abril y que ayer se compartió en plazas de Euskal Herria.

Continúa el lento y exasperante ritmo de traslados de las y los presos a prisiones aledañas y en algunos casos, acercamientos a cárceles vascas, una dinámica que debería poner fin a más de 30 años de sufrimiento, de alejamiento y dispersión.

Avanzamos por lo tanto, hacia un nuevo escenario, estamos conociendo una situación mejor para las y los presos, y para nosotros los familiares, y es a partir de ahora precisamente, una vez que el empuje de la sociedad vasca, de los agentes políticos y sociales acaba dando sus frutos y se va rompiendo el bloqueo del Estado español, cuando planteamos reanudar el trabajo para poner fin al resto de medidas que sostienen la excepcionalidad. Que se aplique a las y los presos políticos vascos la legislación ordinaria, para que vengan cuanto antes a casa.

Porque hay que acabar con el sufrimiento de los 19 presos y presas con largas condenas padecen enfermedades graves e incurables y sus familias. Podemos citar el caso del oreretarra Mikel Arrieta, que lleva 21 años en prisión y el pasado año cumplió las ¾ partes de su condena. IIPP acaba de anunciar que le acercará de Soria a Martutene, cuando debería dejarlo en libertad para ser tratado en condiciones adecuadas y junto a los suyos de su grave dolencia crónica.

Se debe abrir paso la humanización de la política penitenciaria. No es ya asumible, por ejemplo, que el oñatiarra Joseba Arregi, que tiene 75 años de edad y lleva 29 años en prisión siga sin pisar la calle, ni siquiera con un permiso, cuando ha cumplido ya las ¾ partes de su condena. La situación que padece Arregi está teniendo consecuencias irreparables para él y su familia. A lo largo de 2021 el número de presos vascos que van a tener cumplidas ¾ partes de sus condenas se elevará a 63. Es hora de que abandonen la cárcel. Es tiempo de que vuelvan a casa.

Este mes se han cumplido cinco y un año respectivamente de la muerte de los deportados políticos vascos Angel Aldana y Jesús Ricardo Urteaga. Así lo ha recordado otro exdeportado, Koldo Zurimendi, quien ha explicado con desasosiego que mañana será tarde para acabar con la deportación. Es tiempo de que vuelvan los deportados y exiliados. Tras la vuelta de Agustin Azkarate y Joseba Sarrionandia quedan en la actualidad 33 exiliadxs y 8 deportados, atrapados en un limbo marcado por el juego perverso del estiramiento de los plazos de prescripción y la negativa de información jurídica a los abogados.

Queremos saludar y agradecer la ratificación del Acuerdo de Euskalduna que se ha producido ya en más de 80 municipios. Un acuerdo que alcanzaron el pasado diciembre la mayoría política y la totalidad de sindicatos de la CAV para poner fin al alejamiento y por la aplicación de una política penitenciaria normalizada. Valoramos asimismo las mociones por el reconocimiento del sufrimiento de los familiares, en el contexto de la dispersión que se están aprobando. Reiteramos que son los acuerdos entre diferentes y la movilización, como la que el próximo 8 de mayo propone Sare, de ascensión a 650 montes de EH, herramientas con las que vamos poner fin a las conculcaciones de derechos y vamos a avanzar hacia la resolución y la convivencia.