ETXERAT (4-9-2019). Este fin de semana se han producido otras dos prohibiciones de visitas a familiares y amigos de presos políticos vascos, que se vienen a sumar a las que tuvieron lugar el pasado fin de semana. De esta manera, en el plazo de dos fines de semana seguidos, cinco presos vascos se han quedado sin las visitas de sus familiares y amigos, lo que ha supuesto para ellos y ellas, entre otras consecuencias, recorrer miles de kilómetros para nada.

El pasado sábado, 31 de agosto, le denegaron la visita a la compañera de Josu Urrutikoettxea, encarcelado en la prisión de La Santé, a 850 kilómetros de Euskal Herria y que se encontraba ese día a la espera de someterse a una operación quirúrgica delicada, a causa de su delicado estado de salud.

Pese a que la compañera de Urrutikoetxea llegó a la visita con anterioridad al horario de la visita, le denegaron la misma alegando que debía haber estado allí tres cuartos de hora antes de la misma. Los responsables de la prisión no tuvieron en cuenta las adversidades que se producen en el transcurso de un viaje tan largo, ni la importancia de la visita teniendo en cuenta el delicado estado de salud de Urrutikoetxea.

También el pasado fin de semana, le prohibieron la visita a uno de los dos amigos que viajaron para comunicar con Albertto Lopez de Lacalle en la prisión de Curtis, Galiza, a 600 kilómetros de Euskal Herria. En este caso, los funcionarios objetaron que el número del número del documento de identidad del amigo del preso político vasco, que había llegado a Curtis desde Ipar Euskal Herria, no coincidía con el del registro de la prisión.

Una semana antes, en la prisión de Logroño (trayecto de ida y vuelta 280 km) el padre del preso político vasco Santi Aragón, de 84 años de edad, se quedó sin visita, mientras que el mismo día 24 de agosto fueron, por una parte, familiares de Imanol Miner (Prisión de Granada, trayecto de ida y vuelta 1.680 Km) los que no pudieron acceder a la visita al no constar, según dijeron los funcionarios de la prisión, la autorización para uno de ellos, mientras que a un allegado del preso político vasco Txuma Altable (Prisión de Castelló, trayecto de ida y vuelta 1.100 Km), al llegar a la prisión con menos de una hora de antelación con relación a la hora de la visita, también se le denegó la visita.

Etxerat quiere denunciar, que más allá de las normas y reglamentos, el daño causado a los familiares por la actual política penitenciaria, no solamente continúa activo, sino que es muy fácil de agravar por las arbitrariedades y la falta de garantías a que se ven expuestos. Etxerat llama a la sociedad vasca a mantener las movilizaciones para poner fin a la actual política penitenciaria y al sufrimiento que genera.

Josu Urrutikoetxea ha sido operado

Por otra parte, familiares del preso político vasco Josu Urrutikoetxea han manifestado que la operación a la que fue sometido el pasado lunes en el hospital público Cochin, en París, resultó sin contratiempo alguno. Su hijo le ha podido visitar esta mañana en la prisión de La Santé, a donde Urrutikoetxea fue devuelto al día siguiente de la operación y ha manifestado que se encuentra débil, aunque bien de ánimo.

Urrutikoetxea fue detenido el pasado 16 de mayo en Sallanches, Alpes franceses, cuando se dirigía al hospital para ser sometido a una operación de urgencia. Urrutikoetxea fue encarcelado y tres meses y medio después ha sido operado.