ETXERAT. Oier Gómez Mielgo, encarcelado en la prisión francesa de Meaux-Chauconin-Neufmontiers, en las inmediaciones de París, permanece hospitalizado en el hospital de Pitie Salpetriere, donde ingresó de urgencia el 10 de enero, tal y como han comunicado a Etxerat abogados y familiares del preso de Gasteiz. El preso político vasco ha sido sometido a una complicada intervención quirúrgica y se encuentra a la espera de los resultados de una biopsia.
Oier Gómez Mielgo, llevaba dos meses sufriendo fuertes dolores en la espalda que le impedían mantenerse en pie, hasta el punto de que no pudo salir al locutorio para la visita de su abogado. El 6 de enero, los médicos de la prisión habían propuesto a Oier Gomez, su traslado al hospital de Meaux, lo que éste rechazó debido al trato sufrido en ese hospital durante las sesiones de quimioterapia que recibió en 2013, cuando fue diagnosticado de linfoma de Hodking.
El día 10, los servicios médicos de la prisión decidieron hospitalizarlo urgentemente. Fue conducido esposado de pies y manos al Hospital de Meaux, donde accedieron a quitarle únicamente los grilletes de los pies para la realización de un escáner. Posteriormente y también esposado de pies y manos, fue trasladado al hospital de París, donde decidieron intervenirle inmediatamente. Durante la realización de un segundo escáner, estuvo atado con bridas y posteriormente, pese a tener ya la sonda puesta, volvió a ser esposado durante la ducha previa al paso al quirófano, donde fue sometido a una complicada operación en la que le extrajeron un tumor junto a la columna vertebral.
Aunque faltan aún los resultados de varios análisis y de una biopsia para completar el diagnóstico, las realizadas hasta el momento apuntan a que Oier Gomez sufriría nuevamente cáncer.
Etxerat quiere llamar la atención, una vez más, sobre la situación de los presos políticos vascos con enfermedades graves e incurables. La Asociación considera apremiante que se desactiven las medidas de excepción que impiden a estas personas, el control, seguimiento y tratamiento necesarios, en todos los casos, incompatibles con la vida en prisión. La vergonzosa utilización que los responsables del mantenimiento de la actual política penitenciaria hacendel derecho a la salud y del sufrimiento de los presos enfermos y de sus familiares, merece la denuncia de la sociedad vasca y exige soluciones urgentes.