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ETXERAT. Queremos anunciar que también este verano Etxerat se concentrará en distintas playas de Euskal Herria al objeto de demandar el fin de la política de dispersión porque queremos y necesitamos a los presos y exiliados políticos vascos vivos y en casa.

Una vez más, como todos los años, Etxerat se concentrará en las playas de Euskal Herria al objeto de denunciar las consecuencias de la política penitenciaria de excepción, una anomalía que tanto los presos, como los familiares y amigos venimos sufriendo durante las tres últimas décadas. Una anomalía que no podemos permitir que se asuma con normalidad, porque la sociedad vasca no puede vivir con normalidad. Sobre cientos de familias, sobre miles de personas pesan, día tras día, las consecuencias de la dispersión: sufrimiento y dolor.

Tres décadas a lo largo de las cuales, cada fin de semana, ponemos nuestras vidas en juego en unos viajes que no hacemos por propia voluntad. Vemos a nuestros familiares de más edad agotarse y enfermar por las miles de horas y los miles de kilómetros que deben pasar en el asiento de un coche o de un autobús. Vemos a los menores de edad, cansados y nerviosos, perdiendo sus horas de juegos, de estudios, de infancia, por la misma razón. Vemos un fin de semana tras otro de viajes interminables, como se erosiona nuestra salud física y psíquica y nuestra economía. Vemos 16 víctimas mortales.

La sociedad vasca ha manifestado repetidamente su voluntad y decisión para que acaben la dispersión y el alejamiento. Y en este contexto es muy claro además el cambio que se viene produciendo en las instituciones vascas y entre los partidos, sindicatos y agentes sociales. Hay unanimidad, a excepción del PP, en la exigencia de que queden en libertad los presos con enfermedades graves y en el acercamiento de todos los presos y presas a cárceles cercanas a Euskal Herrria, y así lo venimos constatando en nuestro trabajo cara a acordar definitivamente un Acuerdo Social. Los parlamentos navarro y vasco han recibido las firmas, los compromisos recogidos por la iniciativa Ireki en el ámbito laboral para situar a los presos y exiliados en el camino de casa. Son cada vez más los acuerdos en distintas instituciones, desde ayuntamientos a Parlamento, pasando por Juntas Generales, en exigencia de las mismas demandas.

Pero sin embargo, la sociedad vasca no puede vivir con normalidad. No nos engañemos: la sociedad vasca no vive con normalidad ya que los responsables de la actual política penitenciaria, los partidarios de su mantenimiento sobre parámetros de venganza le han vetado ese derecho. Tampoco este verano los familiares y allegados de los presos vascos tienen vacaciones, todavía siguen condenados a realizar largos desplazamientos para realizar las visitas a miles de kilómetros de sus casas. Por eso, sigue siendo imprescindible la movilización y precisamente por eso, estaremos en las playas la próxima semana: una vez más, queremos poner voz a una situación silenciada, una situación que nace de una política vulneradora de derechos que se ha perpetuado con el sufrimiento como único objetivo.

Hacemos desde aquí un llamamiento a todas las ciudadanas y ciudadanos vascos, para que el día 6 de agosto, estén con nosotros en las siguientes playas:

-Lapurdi: Hendaia 12:00.

-Gipuzkoa: Deba, Zarautz, Orio y Donbostia a las 12:00. Mutriku a las 12:30.

-Bizkaia: Laida, Laga, Lekeitio, Ondarroa y Muskiz a las 12:00; Bakio a las 12:30; Ea y Laidatxu (Mundaka) a las 13:00. Y la víspera, el 5 de agosto, a las 12:30 eta Gorliz-Plentzia.

¡LAS Y LOS QUEREMOS VIVOS Y EN CASA! ¡STOP DISPERSIÓN!