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ETXERAT (26-2-2021). Una vez más desde la dinámica #SOSPresoakCOVID19 (dinámica integrada por Salhaketa Nafarroa, Etxerat y Sare Herritarra) hemos considero necesario salir a la calle para seguir visibilizando la vulneración de los derechos de las personas presas que, sistemáticamente, está provocando la SGIP con las medidas que adopta para gestionar el COVID19 en las cárceles.

Dentro de 15 días (el 12 de marzo) se cumplirá un año desde que la SGIP acordara el aislamiento de todas las cárceles dependientes de ella: se suspendieron todas las comunicaciones (por cristal y vis a vis), se suspendieron las salidas de permisos y se suspendieron todas las actividades dentro de prisión. Si bien esta situación se fue flexibilizando muy poco a poco hacia mediados del mes de mayo, la realidad es que el aislamiento al que se está sometiendo a las personas presas durante este periodo está siendo constante.

En la cárcel de Pamplona las comunicaciones por cristal se comenzaron a retomar hacia mediados del mes de mayo. Sin embargo hemos venido denunciando que su implementación no ha alcanzado en ningún momento la misma asiduidad que la que de daba con anterioridad al Covid19 lo que supone una pérdida de contacto. En lo que respecta a las comunicaciones vis a vis las mismas no se retomaron hasta el mes de julio. Desde entonces la limitación de las comunicaciones ha sido una constante. En el mes de agosto se suspendieron las comunicaciones vis a vis y no se han vuelto a retomar hasta el día de hoy, lo que supone que muchas personas presas llevan más de 6 meses si poder tener contacto físico con sus familiares y/o personas allegadas. Además, esta falta de contacto no se ha suplido con las tan pregonadas video llamadas que, como denunciamos, llegaron de forma desigual a las prisiones y a día de hoy no se han consolidado como una forma de mantener el contacto con el exterior.

La situación de la cárcel de Pamplona se ha reproducido de forma similar prácticamente en todas las cárceles dependientes de la SGIP y por lo tanto también en las cárceles donde cumplen condena las al menos 184 personas navarras o con arraigo en Navarra que se encuentran cumpliendo condena en cárceles alejadas de su arraigo social y familiar. Volvemos a llamar la atención en este momento en la especial vulneración de derechos que han sufrido las personas presas que cumplen condena fuera de su lugar de arraigo (más de 8.000 persona en todo el estado español y alrededor de 184 persona en navarra) así como sus familiares y personas allegadas quienes, debido a la limitación de movimiento y los cierres perimetrales de las provincias, estuvieron muchos meses si poder visitas a sus familiares y allegadas.

Si bien fue a mediados de mayo que las comunicaciones comenzaron a implementarse en todas las prisiones, no fue hasta el mes de diciembre (7 meses después) que la Administración hizo público que los viajes para realizar visitas a personas presas estaban autorizados. En una última vuelta de tuerca, el pasado 2 de febrero la Secretaría General de Instituciones Penitenciaria hizo pública una nota de prensa titulada “instituciones penitenciarias recomienda blindar las prisiones contra la covid-19”. Apenas unos días más tarde el panorama en las cárceles dependientes del Ministerio del Interior era de suspensión de todas las comunicaciones (por cristal y vis a vis) en prácticamente todas las cárceles.

Por ello, el pasado 16 de febrero 20 organizaciones de todo el estado español hicimos público un documento titulado “cárceles blindadas, personas aisladas” en el que denunciábamos esta situación y que hoy traemos a esta concentración. Por eso hoy denunciamos:

-Que no se puede, de un plumazo y con el argumento de BLINDAR LAS PRISIONES, como si de un BUNQUER se tratase, justificar una medida tan cruel y poco humana como esta. El derecho a comunicar viene garantizado en la CE y este derecho adquiere una gran importancia para el cumplimiento de las penas privativas de libertad. Gracias a las comunicaciones las personas presas no quedan reducidas únicamente al mundo carcelario y se les permite relacionarse con el exterior.

-Que desde el inicio de ésta gestión numerosas asociaciones, y también diversos organismos internacionales, hemos venido exigiendo a la SGIP, para hacer frente a la covid19 dentro de las cárceles, la adopción de medidas tendentes a la excarcelación de personas presas como mejor forma y más respetuosa con los derechos de las personas presas. La no implementación de medidas en este sentido está conllevando la adopción de medidas absolutamente restrictivas y perjudiciales para las personas presas como son las que ahora denunciamos.

Y nosotras nos preguntamos: ¿qué riesgo real de contagio suponen las comunicaciones mediante cristales en los que en ningún momento hay un contacto directo entre las personas que van a visitar y las personas presas? ¿Qué riesgo real de contagio suponen las comunicaciones vis a vis en las que se permita un contacto directo entre las personas que van a visitar y las personas presas si se toman las mismas medidas preventivas que se han impuesto en la calle? Adoptar una medida tan restrictiva como la suspensión de las comunicaciones, incluso por locutorios, supone un ataque directo y brutal contra los derechos de las personas presas, incidiendo directamente en la salud mental de estas personas, así como dificultando su reinserción, en oposición con el mandato constitucional del artículo 25.2.

¡Recuperación de las visitas a las personas presas, ya!