ETXERATLa situación extrema que está sufriendo Oier Gómez y sus familiares y allegados no puede volver a ocurrir nunca más y, por lo tanto, es imprescindible que los presos enfermos sean puestos en libertad sin mayor delación, así como poner punto final al alejamiento de los presos políticos vascos. Junto a Oier, los otros 12 presos gravemente enfermos deberían estar en la calle sin contrapartida alguna, recibiendo con total dignidad el tratamiento que necesitan en relación con sus enfermedades. No puede volver a repetirse lo ocurrido con Oier Gómez y por eso es ya hora de desbloquear la situación, es hora de liberarles.

Valoramos positivamente las decisiones judiciales francesas de suspender, tanto la condena, como las euro-órdenes contra Oier Gómez pero queremos expresar de manera clara que a Oier no le han regalado nada. El preso de Gasteiz padece un cáncer incurable, con una esperanza de vida de seis meses y en estos momentos se encuentra solo, solo con su dolencia. Ante esta situación, exigimos que Oier sea  hospitalizado inmediatamente cerca de sus familiares y tratado con todo respeto.

El alejamiento y la negativa a la excarcelación de los presos con enfermedades graves e incurables son dos de las medidas de la política penitenciaria de excepción que, por sus graves consecuencias, deben ser desactivadas con urgencia.

En este contexto, valoramos positivamente que tanto la decisión de suspender la condena de Oier, como la anulación de las euro-órdenes se han producido teniéndose en cuenta el nuevo ciclo abierto en Euskal Herria, el desarme de la organización ETA y la reivindicación de la sociedad vasca. Consideramos que la nueva fase de esperanza abierta en Euskal Herria implica que la sociedad vasca ha decidido llevar el proceso de paz hasta su final y, en este contexto, la complicada situación que le ha tocado padecer a Oier Gómez y a sus familiares y allegados no puede repetirse  nunca más.

Es labor de todos implicarse y trabajar para que sean respetados los derechos de los presos vascos y sus familiares y allegados y en este contexto hemos echado en falta implicación por parte del Gobierno Vasco en el caso de Oier Gómez. Etxerat va a seguir trabajando en el apoyo a los familiares y allegados de los presos y exiliados políticos vascos, así como en la consecución de acuerdos con los agentes políticos, sindicales y sociales, para conseguir el final del alejamiento y la libertad para los presos enfermos.

Para que no se vuelva a repetir, ¡los queremos vivos y en casa!

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Foto: Hala Bedi