ETXERAT (10-11-2021). Nos hemos reunido hoy, Día de la Memoria, ante el Parlamento de Gasteiz, para reivindicar un año más el reconocimiento de todas las víctimas y todos los sufrimientos. Para expresar, un año más, que no se puede construir la memoria en base a un único relato.

 Nos sentimos maltratados por parte de las instituciones. Más allá de que las víctimas de la dispersión y de la excepcionalidad penitenciaria, en su conjunto, no obtengan reconocimiento y mucho menos reparación, se criminaliza la denuncia de las conculcaciones de derechos y determinados ejercicios de memoria, tal y como ha ocurrido en Otxandio recientemente, con la víctima de la dispersión Ruben Garate.

Parece mentira, pero han pasado dos años desde que compartiéramos una lectura amplia de la Ley 12/2016, de 28 de julio, de reconocimiento y reparación de víctimas de vulneraciones de derechos humanos, que permitiera a estas víctimas recibir reconocimiento y reparación. Y en lugar de avanzar parece que volvemos a retroceder.

Reiteramos lo expresado la última vez que estuvimos aquí. Buscamos abordar un sufrimiento no reconocido y buscamos lo que en otros lugares de conflicto se ha denominado igualdad moral del sufrimiento, con el objetivo de que nunca más vuelva a ocurrir y la apuesta por el debate sosegado, acorde con el nuevo tiempo, que propicie el relato poliédrico que ayude a avanzar en la convivencia y la paz.

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