Etxerat, junto a sus familiares, Sare, Iparra Galdu Baik y el médico y abogado que llevan su causa hemos celebrado hoy una rueda de prensa para alertar sobre la situación extrema que vive el preso gravemente enfermo Ibon Iparragirre y hemos pedido su excarcelación.
ETXERAT. No podemos permitir que el odio y la venganza sustituyan a la legalidad y la democracia y el caso de Ibon Iparragirre es un claro exponente de esta realidad. Pese a que su estado de salud es límite Ibon permanece en prisión, con el castigo añadido de que el alejamiento de su casa castiga además a sus familiares y amigos. A Ibon se le continúa aplicando la política carcelaria basada en la venganza.
La petición que hacemos se basa en la aplicación de los DDHH a la que toda persona tiene derecho, también las personas presas, y en este sentido resulta realmente preocupante, desde un punto de vista democrático, que aún queden espacios para la ambigüedad y el rechazo.
Ibon Iparragirre está preso por pertenecer a una organización que hoy ya es una organización desarmada, por lo que no cabe posibilidad de reincidencia. El Código Penal y también el Reglamento Penitenciario español prevén en diferentes preceptos la situación especial en la que se encuentra hoy Ibon y otros muchos presos con enfermedades graves e incurables.
En base a esa legalidad y a los informes médicos referidos a Ibon Iparragirre, se le debería aplicar el tercer grado por razones humanitarias y de respeto a la dignidad hacia su persona. Y también por justicia, así lo recoge el artículo 100.4 del reglamento penitenciario. La ley española lo dice claro; Ibon tiene derecho a recibir tratamiento en condiciones dignas y ese tratamiento lo debe recibir fuera de la cárcel.
Por lo tanto, queremos reiterar que el caso de Ibon Iparragirre reúne las condiciones previstas para ser puesto en libertad, pero en la actualidad siguen en prisión y como consecuencia de ello, se encuentra en peligro de muerte.