ETXERAT (6-11-2020). Algo se mueve, pero ni lo suficiente, ni con la determinación necesaria. Es tiempo de que el Gobierno español ponga fin al alejamiento, no es tiempo de acercamientos a medias o a tercios, es tiempo de que los traigan a Zaballa.
En sintonía con el goteo de traslados a prisiones menos alejadas, aunque no a Euskal Herria, el anacronismo de los módulos de aislamiento y la dispersión en el interior de las prisiones ha comenzado también a mitigarse.
En fechas recientes, los presos vascos de Estremera, Sevilla y Córdoba han abandonado las Unidades Especiales de Régimen Cerrado, han sido sacados de aislamiento para pasar a módulos junto al resto de presos. Quienes han sido sacados de aislamiento permanecen, sin embargo, en primer grado. El aislamiento de presos vascos sigue vigente aún en la cárcel de Huelva y en Soto del Real.
Los presos vascos de A Lama, Jaén han sido agrupados en un único modulo y también se ha producido otro tipo de reagrupamiento en Sevilla, todos en el mismo módulo salvo un preso, o en Puerto III agrupados en los módulos 1 y 2 de la prisión de Puerto III, pero un preso vasco también se encuentra sólo en el módulo 3.
Sin embargo, la dispersión en el interior de las prisiones todavía persiste en la mayoría de centros penitenciarios, con separaciones de presos en varios módulos dentro de la misma prisión. Es el caso de Córdoba, donde tras salir del aislamiento han sido separados en dos módulos; y también ocurre en las cárceles de Puerto I, Granada, Murcia II, Villena, Castelló I y Castelló II, Zuera, Soto del Real, Dueñas y Mansilla.
Por otro lado, muchas mujeres llevan años, además de alejadas, encarceladas en soledad, sin compañeras. Esa situación se sigue prolongando con especial crudeza en Algeciras, Almería, Huelva, Córdoba, Granada y Teixeiro.
Al encarcelamiento en soledad de las mujeres se suma el de algunos hombres en situaciones que se prologan en el tiempo, por espacio de meses e incluso años. Esto ha ocurrido u ocurre en Cáceres, Badajoz, Valdemoro, Foncalent, Teruel, Ocaña I y en breve, en Murcia I.
Es tiempo de actuar con determinación y de cerrar 33 años de castigo y sufrimiento continuados. Es tiempo de que nos lxs devuelvan vivxs.
Etxean eta bizirik nahi ditugu!