Las condiciones de vida que impone esta prisión de carácter disciplinario, han hecho que aumente la tensión entre el conjunto de los presos, que organizaron un motín en el que quedaron calcinadas las pertenencias de Alex Zobaran.

 

ETXERAT. Los presos políticos vascos Ibon GoIeaskoetxea y Alex Zobaran, entraron voluntariamente en mitard (como se denominan en el Estado francés las celdas de castigo) a principios del mes de agosto. Con esta medida, reivindican su traslado a una cárcel cercana a Euskal Herria y denuncian que las condiciones de esta prisión, no son las que corresponden a su situación de penados.

Desde el 6 de agosto, los dos presos vascos, además, y de acuerdo con sus familiares, han anulado las visitas semanales, aunque mantienen las comunicaciones escritas y las llamadas telefónicas. Denuncian así la disyuntiva en la que coloca la dispersión a las presas y presos políticos vascos y a sus familiares: correr los riesgos que impone la dispersión y el desgaste físico y económico que conlleva, o no realizar las visitas a las que tienen derecho.

Por otra parte y entre el conjunto de los presos, crece la tensión debido a la dureza de esta cárcel de carácter disciplinario. El domingo día 25, se organizó un motín en el transcurso del cual, varios presos se hicieron con las llaves de las celdas y procedieron a abrirlas y prenderles fuego. La situación no afectó a la integridad física de ninguno de los dos presos políticos, por encontrarse, como ya se ha dicho, en mitard. Sin embargo, al entrar en celdas de castigo, todas sus pertenencias quedan en las celdas que ocupan habitualmente, por lo que todas las pertenencias de Alex Zobaran quedaron calcinadas.


Familiares de los dos presos vascos han señalado a Etxerat la tensión y preocupación con la que deben vivir tanto ellos como sus familiares encarcelados, situaciones derivadas de la dispersión y el alejamiento.