ETXERAT. Nos hemos reunido hoy, Día de la Memoria, ante el Parlamento de Gasteiz, para reivindicar el reconocimiento de todas las víctimas y todos los sufrimientos.
El alejamiento y la dispersión de las y los presos políticos vascos causa daños a sus familiares y amigos lesiones físicas y psíquicas, sufrimiento emocional, pérdidas económicas y menoscabo sustancial de los derechos fundamentales, como la vulneración del derecho a la vida familiar según los estándares del derecho europeo y el derecho a la integridad física al imponernos riesgos que pueden evitarse. En estos largos 28 años la política de alejamiento ha causado y continúa causando víctimas. Víctimas de vulneraciones de derechos humanos. 16 víctimas mortales.
Etxerat ha compartido con los grupos parlamentarios representados en esta Cámara que una lectura amplia de la Ley 12/2016, de 28 de julio, de reconocimiento y reparación de víctimas de vulneraciones de derechos humanos, en el contexto de la violencia de motivación política en la Comunidad Autónoma del País Vasco entre 1978 y 1999, debería permitir a estas víctimas recibir reconocimiento y reparación. El criterio de la vulneración por exclusión y la comisión de la lesión de derecho fundamental por omisión es la llave para ello.
Entendemos que se debe considerar a las víctimas mortales de la dispersión, como víctimas de vulneración del derecho a la integridad física, y en su caso, a la vida. No pretendemos hacer clasificación ni comparación del dolor, porque ésta sería una postura ética y humanamente, inadmisible. Pero buscamos abordar un sufrimiento no reconocido y una situación que en el momento actual, continúa activa, generando más sufrimiento y daños irreparables. Buscamos lo que en otros lugares de conflicto se ha denominado igualdad moral del sufrimiento. Con un único objetivo: que nunca más vuelva a ocurrir.
¡LES QUEREMOS VIVOS Y EN CASA!