ETXERAT (25-3-2022). Transcurridos más de dos años desde que se iniciara la COVID 19, y pese a que transitamos ya en una realidad post pandemia, la población reclusa en general, nuestros presos y presas y por lo tanto, también los familiares, padecen aún la sinrazón de las más restrictivas medidas que siguen aplicándose en las prisiones.
Hasta esta misma semana IIPP ha seguido manteniendo suspendidas todas las comunicaciones, familiares y de convivencia, en El Dueso, Burgos, Soria y Logroño y las de convivencia en Alcalá y Villabona. Tampoco se han recuperado las comunicaciones íntimas en la prisión de Iruñea, mientras que en el resto de las cárceles de Hego Euskal Herria se imponen confinamientos de hasta diez días tras las comunicaciones.
Ésta es la cruda realidad, más de dos años después. Demasiado tiempo sin el abrazo con los hijos e hijas, con los familiares de edad. La situación es ya inaguantable y no tiene sentido alguno que se mantenga. Lo hemos denunciado, nos hemos movilizado para instar a actuar con responsabilidad y valentía también en las cárceles, sin añadir más obstáculos a una situación muy dura, pero ha llegado el momento de exigir que se acabe ya con esta conculcación de derechos.
Ya vale. Ya basta. No hay ya razón alguna para impedir a estas alturas las comunicaciones con la misma normalidad con la que estamos viviendo en la calle el tiempo post-pandemia. Y por supuesto, es hora también de plantear con valentía alternativas a la prisión en la perspectiva de la libertad; presos enfermos a la calle, terceros grados, pulseras telemáticas, permisos.
Es buen momento para instar una vez más al Gobierno español a que acabe de una vez de acercar a todas las y los presos a las prisiones vascas. Porque, no lo olvidemos, en la actualidad hay 69 presos y presas del colectivo de presos políticos vascos que se encuentran aún encerrados en prisiones de la periferia de Euskal Herria. Orain presoak! Etxera!
Queremos finalizar la movilización de este último viernes de marzo manifestando nuestro más hondo pesar ante la muerte del preso corso Yvan Colonna, tras la agresión que sufriera el pasado 2 de marzo, a manos de otro preso, en la cárcel de Arles y queremos mostrar públicamente todo nuestro cariño a su familia y allegados. Les enviamos un abrazo solidario.
Instamos al Estado francés a dar pasos para acabar de un vez con la excepcionalidad penitenciaria que mantiene contra presas y presos corsos y vascos, y propicie la vuelta de tod@s a casa en este nuevo tiempo.
Etxean eta bizirik nahi ditugu!