- Desde que en septiembre llegara a la prisión el nuevo Director Mme. Sergeant las condiciones de vida se habían ido complicando
- La lucha comenzó tras el intento de la prisión de trasladar a Ainhoa Ozaeta a una celda con barrotes. Finlamente se encuentra en una celda normal
ETXERAT. La situación en la cárcel de mujeres de Fleury Merogis se había tornado, desde abril, en "bastante tranquila". A pesar de su insalubridad y de sus restricciones extremas, no se habían registrado nuevos problemas entre la dirección de la cárcel y las presas políticas vascas allí encarceladas. Ha sido a partir de septiembre, con la llegada del nuevo director Mme. Sergeant cuando la situación ha vuelto a tensarse.
La decisión del Director de transferir a la presa política Ainhoas Ozaeta de un celda normal a una con barrotes encendió los ánimos. Así, el 17 de octubre, Ozaeta recibió la notificación de que sería trasladada. A pesar de que mantuvieron varias reuniones tanto con el Chef cómo con el Director ninguna dio frutos por lo que, de modo violento, todas las presas políticas pasaron a mitard o celda de castigo, como medio de protesta ante el empeoramiento de las condiciones de vida que venían padeciendo.
Finalmente, el 23 de octubre, la Dirección de la cárcel aceptó las condiciones que las presas políticas exigían. Así, todas las presas políticas han pasado 10 días encerrada en la celda de castigo o mitard y Ainhoa Ozaeta ha pasado, también, una semana en la citada celda de barrotes con la disculpa de unas obras que se estaban realizando en el módulo pero, después, ha sido de nuevo trasladada a una celda normal. Eso sí, Ozaeta está aislada del resto de compañeras al encontrarse en el departamento de las condenadas. Las presa políticas han conseguido además que sus celdas estén juntas, una tras la otra.
Además, con esta última protesta en la cárcel de Fleury Merogis las presas políticas han conseguido el compromiso por parte de la cárcel de que no serán trasladados a las celdas con barrotes.
Alicia Saenz de la Cuesta y Sergio Polo
Por otra parte, Etxerat quiere denunciar que la presa política de Gasteiz Alicia Saenz de la Cuesta será alejada de la cárcel de Logroño, donde se encuentra, a la de Castelló I. Si bien Etxerat desconoce cuándo se procederá a su traslado, queda en evidencia quela política de venganza, la dispersión, se sigue aplicando. Que los alejamientos se siguen produciendo y que se sigue condenando a los familiares y amigos a recorrer miles de kilómetros cada fin de semana. Para denunciarlo, familiares y amigos de la presa gasteiztarra han emprendido un envío masivo de faxes a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias para que Sáenz de la Cuesta no sea alejada y se le mantenga cerca de sus familiares. Del mismo modod, Etxerat acaba de tener constancia de que el preso político Sergio Polo ha sido alejado de Córdoba a Algeciras.
Por ello Etxerat quiere animar a la sociedad a denunciar esta sistemática vulneración de derechos humanos en el Día Internacional de los Derechos Humanos , participando en las cadenas humanas que se celebrarán en Gasteiz, Iruñea y Baiona.