ETXERAT (25-6-2022) Jose Mari, hijo y vecino de Zierbena, falleció hace ahora 24 años cuando acudía a visitar a su hijo Lander, ingresado muy poco tiempo antes en la cárcel de Basauri. Fue muy duro. José Mari es una víctima de la excepcionalidad penitenciaria.
La excepcionalidad penitenciaria ha provocado durante décadas, de forma directa e indirecta, la muerte de 35 presos políticos vascos y un total de 16 familiares y/o amigos de estos. En este tiempo, además, dos personas se quitaron la vida para evitar el ingreso en prisión.
Estas muertes se pudieron evitar si hubieran prevalecido los derechos humanos por encima de la venganza y el castigo añadido. Las muertes generadas por la excepcionalidad deben tener también su lugar en el mapa de la memoria, para que podamos continuar construyendo la convivencia del futuro.
El pasado año por estas mismas fechas nos referimos al reconocimiento simbólico que realizaron entre otros plenos municipales, el de Zierbena, del sufrimiento padecido por las y los familiares de Txitxarro. Fue un primer paso hasta lograr que el reconocimiento y la reparación de las víctimas de la política penitenciaria, algo que también se requiere para la resolución y la definitiva convivencia en este país.
Un beso grande para José Mari, para Lander y para el resto de la familia, allegadas y amigos. Muxu handi bana, gure bihotzean izango zarete betirako.
Etxean eta bizirik nahi ditugu!