ETXERAT (10-12-2022). Familiares y amigas de presas y presos políticos vascos continuamos un año más mostrando en la calle el Día Internacional de los Derechos Humanos, nuestra crítica a la anomalía de la Audiencia Nacional española, que mantiene la aplicación de una política penitenciaria diferenciada, vulneradora de derechos y exclusivamente punitiva, contra nuestros allegados.
Hoy, en todo el mundo, las graves violaciones de derechos por motivos de raza, religión, género, o por la existencia de políticas discriminatorias y causantes de sufrimiento, exigen que esta jornada sea un altavoz para la denuncia.
Y esto es lo que venimos a decir hoy, en Gasteiz, en voz bien alta. Basta ya de aplicación sistemática de la excepcionalidad de la ley 7/2003, de la época de Aznar. Tras más de tres décadas de mantenimiento del aislamiento y las condiciones carcelarias más extremas contra la totalidad de los presos y presas vascas, ahora el Estado ha rechazado los permisos ordinarios, veta los terceros grados y las libertades condicionales.
Un nuevo tiempo marca el pulso en Euskal Herria y el derecho a la resocialización debería primar sobre cualquier atisbo de venganza, pero la justicia española se decanta por ignorar el trabajo, seguimiento, perspectiva y los informes de las juntas de tratamiento que conocen y valoran objetivamente la trayectoria del preso, así como las decisiones del Gobierno Vasco favorables a terceros grados.
Esto es lo que hemos venido a manifestar este día de los derechos humanos que, realmente, debería celebrarse todos los días.
Vamos a continuar el trabajo en favor de los derechos de nuestros familiares presos y presas, y los nuestros propios. No vamos a mirar atrás, de igual manera que la implicación de la sociedad vasca ha sido decisiva para acabar con el alejamiento y la dispersión, animamos a mirar adelante y a trabajar para conseguir desbloquear, más pronto que tarde, este absurdo bloqueo al que someten a nuestros familiares, que hace ya mucho tiempo han manifestado su respeto a las víctimas y su compromiso con el futuro de este país, con la convivencia y la construcción de la paz definitiva