ETXERAT. A fin de denunciar y poner fin a los problemas y situaciones de conculcación de derechos que provoca el mantenimiento de la dispersión y alejamiento de los presos políticos vascos encarcelados en el Estado francés en los familiares y allegados, y teniendo en cuenta las dificultades con que se encuentran las familias para mantener vínculos afectivos con sus familiares presos, se han interpuesto en la oficina del Defensor de Derechos del Estado francés varias quejas.
Las citadas quejas, un total de 52, que han sido interpuestas por los familiares de los presos dispersados en el Estado francés, se sitúan en la conculcación de derechos que mantiene la administración francesa y, más concretamente, el Ministerio francés de Justicia.
La mayoría de los presos políticos vascos habían solicitado previamente el acercamiento a las prisiones de Mont de Marsan o Lannemezan, pero el Gobierno de París no ha respondido a estas peticiones y, por lo tanto, no ha hecho nada por paliar la grave situación que padecen los familiares y allegados.
En las denuncias se sostiene que mantienen a los presos alejados de Euskal Herria, una situación que provoca múltiples problemas a los familiares a la hora de organizar y realizar los viajes; son viajes largos y que provocan agotamiento en los familiares y amigos; se requiere mucho tiempo para poder realizar visitas a prisiones muy alejadas de Euskal Herria, algo que afecta especialmente a personas mayores, los padres y madres de los presos que padecen especialmente estas dificultades.
Las quejas enviadas al Defensor de Derechos incluyen asimismo el coste económico de las visitas. Todos estos viajes suponen una sangría económica para las familias y entorno de los presos y presas. Por ejemplo, el coste de una visita a Fleury, a 1.000 kilómetros de distancia, para una persona, se sitúa entre los 250 y los 300€ de gasto.
Un capítulo de las quejas enviadas por los familiares se refiere a los menores de edad. Concretamente, se denuncia la realidad de los hijos e hijas con sus padres y madres presas. Resulta muy duro para los menores de edad con sus padres en prisión recorrer esos largos y duros viajes, que en muchos casos suponen días lectivos en los centros de enseñanza. En este capítulo de menores se van a enviar próximamente siete quejas al Defensor de los niños.
La dispersión provoca en el entorno familiar y afectivo tensión ante los largos viajes, agotamiento, carga física y síquica por los menores que viajan y la penalidad que suponen para personas de edad avanzada.
Frente al mantenimiento de las medidas de excepción en el Estado francés, cuyas consecuencias padecen los presos y sus familiares, el próximo 16 de noviembre se iniciará una gira a las cárceles en las que encuentran presos vascos. La gira es iniciativa de Etxerat, Bagoaz y Sare y con la misma pretendemos contribuir a poner fin al alejamiento y la dispersión, toda vez que nos reuniremos para ello con responsables penitenciarios, así como con agentes políticos, sociales, sindicales y medios de comunicación de las ciudades y departamentos que recorrerá la gira.
Posteriormente, participaremos en la manifestación convocada por los Artesanos de la Paz el próximo 9 de diciembre en París.
¡LOS Y LAS QUEREMOS VIVAS Y EN CASA!