La situación de los 10 presos gravemente enfermos es muy grave y su salud, lejos de mejorar, empeora cada día.
La situación en la que mantienen a estos 10 presos políticos vascos, gravemente enfermos, es insostenible y la conculcación de derechos: diaria. Los Gobiernos español y francés siguen empecinados en extender el dolor y el sufrimiento para obtener réditos políticos. Mantienen en la cárcel a estos 10 ciudadanos vascos enfermos cuando saben que sus dolencias incurables sólo van a ir allí a peor, más rápidamente; cuando saben que los están condenando a muerte. No sólo eso, los mantienen además, aplicandoles las medidas más crueles. Medidas como la dispersión, el aislamiento o dificultando sistemáticamente los tratamientos que cada enfermedad requiere. Hablamos de una decisión política para generar dolor y sufrimiento. De una condena a muerte.