GARA. Tras los consensos logrados recientemente en Euskal Herria en materia de presos, como la proposición no de ley en el Parlamento de Gasteiz –apoyada por todos los sindicatos de la CAV– sobre la necesidad de excarcelar a los gravemente enfermos, Etxerat aboga por ahondar en este camino. También ve posibilidad de lograr apoyos en Madrid y París.

Desde la decisión histórica por parte de ETA de cesar en su actividad y más recientemente desde su desarme, diversos agentes trabajan por poner sobre la mesa la cuestión de las consecuencias del conflicto. De esa labor son fruto, por ejemplo, pronunciamientos como la proposición no de ley aprobada en el Parlamento de Gasteiz por todas las formaciones, salvo el PP, pidiendo la excarcelación de los presos gravemente enfermos. Texto que también han apoyado todos los sindicatos de la CAV. Pasos que Etxerat valora «muy positivamente», según indica a GARA su portavoz, Urtzi Errazkin.

«Es verdad que llevamos tiempo pidiendo que se den estos pasos. Para nosotros es muy importante. Somos un colectivo que seguimos sufriendo, por eso valoramos muy positivamente que se empiecen a dar pasos realmente significativos para que se acabe con todos los sufrimientos», expresa.

Al respecto, destaca que resulta revelador que el PP se haya quedado solo en el rechazo a dicha iniciativa. «Es el partido que está gobernando en Madrid y el que más dificultades está poniendo para que se den pasos. Hemos visto desde el principio de este proceso que no es que no haya dado pasos, sino que todos los que ha dado han sido justamente en contra de ese proceso de paz. En la CAV también se ha visto que se ha quedado absolutamente solo, aunque sí que vemos que de vez en cuando hay pequeñas voces dentro del PP que contemplan ese sufrimiento, como pudo ser con el tema de Ibon Iparragirre, cuando estuvieron los médicos en el Parlamento vasco y la propia portavoz del PP vio la gravedad», apunta.

Recordando casos recientes como el de Juan Mari Maiezkurrena, preso gravemente enfermo a quien le ha sido suspendida la condena, Errazkin espera que «sea un primer paso para que vengan todos los demás por detrás». «En este momento hay 21 presos gravemente enfermos que, con la ley en la mano, deberían estar en la calle con diferentes medidas. Por ejemplo Ibon Iparragirre debería estar en libertad, a otros se les podría aplicar la prisión atenuada o una suspensión de condena. Seguimos pidiendo que se cumpla la ley, no pedimos nada excepcional», apostilla.

La senda del desarme

El acuerdo social en el que vienen trabajando desde otoño del pasado año, y cuyo último reflejo ha sido la declaración apoyada por todos los sindicatos de la CAV, se centra en «los dos temas más graves y más urgentes», explica Errazkin: los presos gravemente enfermos y el alejamiento. «Veíamos que ahí podíamos tener un consenso bastante amplio. El Foro Social también ha hecho unas cuantas recomendaciones y también ha visto que se están dando situaciones y que puede ser el momento de que nos juntemos todos y empecemos a escribir una hoja de ruta. No solo para estos dos temas urgentes, sino para que ya empecemos a hablar de una excarcelación de todos los presos».

Para ello ven imprescindible la implicación de Madrid y París, aunque observan evidentes diferencias. «Esperamos que el Gobierno francés se involucre y empiece a dar pasos con el acercamiento, los presos enfermos, las libertades condicionales… Vamos a seguir interpelando al Gobierno francés y esperamos que sigan el camino que utilizaron para el desarme y dejen al Estado español solo en la actitud en la que está», sostiene.

El portavoz de Etxerat ve claro que la senda a seguir es la del diálogo y la implicación de cuantos más agentes posibles: «Siempre hemos dicho que había que empezar a aunar fuerzas desde el País Vasco para poder ir un poco más fuertes tanto a Madrid como a París. Creemos que eso nos va a ayudar y nos va facilitar tener relaciones tanto con partidos españoles como franceses para poder abrir esa vía y que se empiecen a dar pasos desde ambos gobiernos estatales, que son quienes al final tienen las llaves de las cárceles. Vemos que en el Estado español la gran mayoría, excepto el PP, sí que estaría dispuesta a dar pasos y flexibilizar esa política carcelaria tan vengativa que están utilizando».

Sobre el debate interno llevado a cabo por EPPK, Errazkin apunta que «se están dando pasos para que cada vez esté más cerca el día en que nuestros familiares estén en casa y todo lo que sirva para eso, bienvenido sea. Esperemos que el paso tan importante que están dando ellos luego se refleje en la sociedad, en los partidos políticos y demás agentes sociales para que se escriba esa hoja de ruta y que más pronto que tarde todos estén entre nosotros».

Avanzar para poder hablar del conflicto en pasado

«Creemos sinceramente en la sociedad civil, es la que está empujando a que se den pasos. Igual que se vio el día del desarme: cuando la sociedad civil tomó la responsabilidad de llevarlo a cabo, prácticamente todas las instituciones se unieron. Lo mismo pasará con el resto de los temas, y en el caso del alejamiento y los presos gravemente enfermos la gran mayoría de la sociedad vasca está de acuerdo en que hay que acabar con esos dos temas que tanto sufrimiento están creando», afirma Errazkin.

Augura dificultades en el camino pues advierte que el Gobierno español es «bastante hábil en inventarse nuevas excusas». «Así es muy difícil llegar a consensos. Vemos que el Gobierno español no quiere dar pasos. No nos tenemos que fijar tanto en eso y sí más en los pasos que se están dando tanto en el Colectivo como entre los partidos y agentes vascos. Esperemos que se siga avanzando y nosotros también podamos hablar en pasado», concluye.