Buenos días,
El 10 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Drechos Humanos. De la India a Irak, del Sahara a Palestina, el Día Internacional de los Derechos Humanos. Un día, sin duda, especial marcado en el calendario, para todos los que aquí nos encontramos. Especial porque nuestros derechos, y los de nuestros familiares, son vulnerados constante y sistemáticamente. En esta Euskal Herria, del nuevo tiempo político, todavía se vulneran derechos humanos y se vulneran sistemáticamente.
Los únicos que seguimos sufriendo la violencia y el ataque directo fruto de este conflicto político que se alarga décadas, seguimos siendo nosotros y nosotras. Nuestros familiares y amigos siguen tan lejos como antes o más lejos todavía. Como en el caso que acabamos de conocer, el de la vitoriana Alicia Sáez de Lacuesta, que va a ser trasladada y destinada en otra cárcel: de Logroño... a Castelló (a más de 500 km de casa). Otro ejemplo de tantos, de alejamiento cruel. Otro castigo añadido. La política más vengativa que pueden aplicar; la aplican.
A nosotras nos obligan a recorrer miles de kilómetros cada fin de semana. Con nervios, con el cansancio acumulado de toda la semana, con tensión, con el desgaste moral y económico que supone. Pero no es sólo eso. La política penitenciaria que aplican, por ejemplo, a los presos gravemente enfermos es inhumana, siguen aplicando el aislamiento total a los presos durante meses, hemos registrado varias agresiones físicas en las prisiones, cacheos humillantes y, encima, controles policiales y seguimientos. Eso lo sufrimos nosotros sólo familiares y porque les queremos. Es decir, nos aplican la política de la venganza, la política de la dispersión pero, además, nos aplican todos los castigos añadidos a su alcance.
Llevan 25 años alejando a nuestros seres queridos todo lo lejos que pueden y eso se ha traducido, de momento, en 16 familiares y amigos muertos en las carreteras. Además de cientos de heridos. Unas víctimas que, además, no han tenido ni tienen aún ningún reconocimiento. Sólo este año la dispersión ha provocado 10 accidentes. ¿Con qué objetivo? ¿Para qué? ¿A quién favorece? A día de hoy nadie puede asegurar que no se vayan a producir más víctimas mortales de familiares y amigos. Víctimas directas provocadas por la dispersión.
Por ello, y para denunciar esta cruda realidad, hoy presentamos una nueva iniciativa que llevaremos a cabo el 10 de diciembre, el Día Internacional de los Derechos Humanos. Pamplona, Baiona y Gasteiz serán escenario de tres zapi-kateak o tres cadenas humanas con unos pañuelos blancos, distintivos ligados directamente con Etxerat. Ese día saldremos a la calle a denunciar que en este país todavía a un porcentaje muy grande de la sociedad se le siguen vulnerando los derechos humanos. Y eso es precisamente lo que pretendemos reflejar y visibilizar con estas cadenas de pañuelos blancos.
Así todas las personas que rechazan las vulneraciones de derechos humanos de los y las presas políticas y nosotros los familiares, tienen una cita el 10 de diciembre. En las calles. Tres citas en una iniciativa nacional. En Baiona, en Iruñea y en Gasteiz. Amigos, familiares, conocidos y desconocidos. Todos y todas juntas, sujetando los pañuelos. Pañuelos que son símbolo de consciencia, de compromiso, de solidaridad. Las cadenas de pañuelos, contra la dispersión.
Por ello, realizamos una triple convocatoria de carácter nacional:
En Pamplona, la cadena de pañuelos, comenzará a las 12.00 de la mañana, frente al Parlamento Navarro.
En Baiona, la cadena se desarrollará por la tarde, desde la casa del Redactor de la Carta Universal de los Derechos Humanos Renne Cassin, hasta el Ayuntamiento de Baiona.
Será la de Gasteiz la cadena de pañuelos más larga de todas ya que comenzará frente a la Delegación del Gobierno situada en el Paseo de Fray Francisco de la capital y se extenderá de ahí al Palacio de Ajuria Enea y hasta el Parlamento Vasco.
Desde aquí queremos realizar un llamamiento a toda la ciudadanía vasca a participar en estas zapi kateak el 10 de diciembre, a que pongan su granito de arena para terminar con esta injusta situación. Tenemos que acabar YA con la dispersión. Sin disculpas. El 10 de diciembre; todos y todas a la calle.
Unámonos y juntos reclamemos el fin de esta etapa inhumana y cruel.
Invitamos a todas las personas a agarrar el otro extremo del pañuelo en esta iniciativa nacional.
Esker mila,
Etxerat elkartea