ETXERAT. Iruñea, Gasteiz y Baina han celebrado multitudinarias cadenas humanas conocidas como Zapi kateak en el día internacional de los Derechos Humanos en contra de la dispersión. A continuación adjuntamos las declaraciones realizadas en el acto final de estas.
"Nueve familiares accidentados en un solo fin de semana a causa de los viajes que nos obligan a realizar; un preso político vasco, gravemente enfermo, agredido por los funcionarios de la prisión de Meco, y un nuevo intento de criminalizar el trabajo de nuestra Asociación, es el balance de los 15 días precedentes a este de hoy, Día Internacional de los Derechos Humanos. Ha transcurrido un año desde que en la misma fecha y con el mismo motivo, nos reuniéramos también en este mismo lugar, y hoy como entonces debemos preguntar a los Estados español y francés, ¿qué han hecho a lo largo de este año para promover el respeto a los derechos humanos? ¿cuánto trabajo y esfuerzo han dedicado para asegurar su reconocimiento y aplicación?
¿Dónde quedan los derechos humanos de los 22 familiares que a lo largo de este año han resultado accidentados en los viajes que nos obligan a realizar? ¿Dónde quedan los derechos de todos nosotros, cuando estamos siendo utilizados de la forma más perversa como moneda de cambio? ¿Dónde quedan los de nuestros familiares encarcelados, alejados, dispersados, aislados, agredidos? ¿Dónde los de los presos gravemente enfermos, privados, en nombre de la venganza, del derecho a la salud, a la vida? ¿Dónde quedan los derechos humanos cuando una política penitenciaria de excepción los vende como recompensas desde hace 27 años?
Sabemos lo fácil que resulta denunciar las violaciones de derechos humanos cuando quedan lejos, y que cuanto más lejos suceden, más fácil es demostrar nuestra sensibilidad, posicionarnos y denunciarlas. Pero las que nosotros denunciamos, suceden aquí, en el marco de la sociedad vasca, entre las ciudadanas y ciudadanos que vemos y tratamos todos los días. Ciudadanas y ciudadanos sujetos a las consecuencias de la actual política penitenciaria, un marco de vulneraciones de derechos que se mantiene activo desde hace 27 largos años. Y no, no es fácil denunciarlas. Exige responsabilidad y compromiso, esfuerzo y también coraje. El principal aliado de las vulneraciones de derechos, ha sido siempre el silencio y por eso, han querido silenciarnos, evitar que estuviéramos aquí, intentar que nadie escuchara lo que tenemos que decir.
Pero es nuestro compromiso para con el respeto a los derechos humanos, a los derechos de todas las personas, el que nos ha traído hoy aquí. Es nuestra responsabilidad denunciar las vulneraciones que sufrimos, porque nunca se vulneran los derechos de unas cuantas personas, sino los de la sociedad. Es un esfuerzo que aceptamos hace tiempo, a pesar de las dificultades, a pesar de las amenazas, porque no hacerlo significaría renunciar a un escenario diferente, al futuro y a la paz.
POR EL RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS, STOP DISPERSION!"