ETXERAT (25-2-2022). Nos encontramos a las puertas del final definitivo del alejamiento y la dispersión de los presos y de las presas vascas, a la espera de ese último anuncio con el que se cierren las prisiones españolas tras más de 35 años.
Los presos y las presas están mejor; su entorno afectivo también, y, ya en Euskal Herria, las gestiones para que mejore su vida en prisión son más fáciles. Esta situación es fruto de mucho esfuerzo y trabajo, y ese logro se debe a la labor conjunta por parte de agentes políticos y sociales, a acuerdos institucionales, pero, sobre todo, al trabajo incansable de tantas y tantas personas en los pueblos y barrios de Euskal Herria y a la movilización de la sociedad vasca, por supuesto.
Movilización y trabajo que seguirán siendo decisivos en los próximos tiempos, en cada pueblo, en cada barrio, para acabar de recorrer el camino a casa y para que finalice la excepcionalidad que se continúa aplicando.
Hemos tenido alguna buenas noticias este mes de febrero, en forma de algunos nuevos terceros grados, alguna ratificación de tercer grado, dos libertades condicionales, pero se han producido dos regresiones de grado en los casos de Asier Karrera y Ainhoa Barbarin, que han tenido que volver a la prisión de Martutene. Tenemos claro que esa será una de nuestras grandes reivindicaciones en los próximos meses.
Queremos tener un recuerdo este mes de febrero con las 16 personas fallecidas en decenas de accidentes de circulación consecuencia de la dispersión. Otxandio ha recordado a Ruben Garate, una de ellas, que perdiera la vida hace 23 años, y el próximo martes se cumplirán 20 de la muerte en la carretera de los lasartearras Iñaki Balerdi y Argi Iturralde.
Con el fin del alejamiento cerramos una dura etapa en nuestro país, y seguimos en otra, en la que debemos avanzar constantemente. Hemos cambiado nuestra imagen principal, sin mapa y siguiendo las flechas, el objetivo es continuar buscando consensos por el fin de la excepcionalidad, y que formen parte del mismo todas aquellas personas que están por el respeto a los derechos de los presos y de las presas.
En nuestra mano está, por lo tanto, que la próxima primavera sirva para seguir impulsando la aplicación de la legislación ordinaria a las presas y a los presos vascos y continuar trabajando en la convivencia en este país, mirando al futuro. Deberemos para ello continuar movilizándonos a fin de avanzar en el camino de vuelta a casa.