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ETXERAT (6-4-2020). El preso político de Durango Gorka Fraile Iturralde ha quedado en libertad condicional tras hacerse firme el auto dictado el pasado 27 de marzo por la Audiencia Nacional española. Gorka Fraile ha cumplido una condena de 22 años en prisión. ¡Uno menos! ¡Bienvenido Gorka!

Gorka Fraile es, además, uno de los presos vascos que completaba la lista pública de quienes padecen enfermedades graves e incurables. Por lo tanto, tras la libertad del preso de Durango, en este momento son 13 los presos vascos con enfermedades graves e incurables y otros 4 que no quieren hacer pública su identidad.

En el contexto del estado de alarma motivado por el coronavirus Gorka Fraile no debía pernoctar en prisión, medida que fuera anunciada para esta situación tan complicada por Instituciones Penitenciarias para todos los presos en tercer grado, y que, sin embargo, en el caso de los presos políticos vascos, sólo se había aplicado en el caso de Fraile. Gorka Fraile es el primer preso del Colectivo de Presos Políticos Vacos (EPPK) que ha logrado culminar su recorrido jurídico-penitenciario hasta quedar en libertad condicional, tras la decisión que nuestros familiares presos adoptaran hace tres años. Desde Etxerat nos hemos dirigido en diferentes momentos, tanto a la administración penitenciaria, como al Gobierno español, a no poner traba, ni impedimento alguno a que nuestros familiares presos puedan realizar de manera individualizada el recorrido jurídico-penitenciario, ya que, esta situación, no perjudica solamente a nuestros familiares encarcelados que han optado por esas vías, sino que supone un castigo añadido para nosotras y nosotros.
 
Consideramos impresentable que del total de 73 presos políticos vascos que a lo largo de 2020 van a cumplir ¾ parte de sus condenas, tan solo  28 estén en segundo grado y que únicamente a ocho se les han concedido permisos ordinarios de salida, y en este contexto de emergencia en el que debe prevalecer el derecho a la salud, reiteramos la necesidad inmediata  de excarcelación de los presos gravemente enfermos, los mayores de 70 años y quienes están en situación de acceder a la libertad condicional, así como de quienes han salido ya de permiso por aplicación del 3º grado.