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ETXERAT (15-12-2018). Hay en la sociedad vasca una situación que todavía a día de hoy continúa generando un sufrimiento continuo. El nuevo escenario no ha servido para desactivarla y el sufrimiento que genera, no sólo se mantiene, sino que se acrecienta.

Más allá de los desplazamientos impuestos, de los kilómetros que cada fin de semana sumamos a los que ya llevamos a la espalda, y de todas sus consecuencias, incluidas las 16 vidas que se ha cobrado, está la naturaleza, el carácter, de la política de dispersión.

Nos acompañan en esta rueda de prensa familiares de presas y presos políticos vascos. Somos una pequeña representación de las personas que llevamos casi 30 años sufriendo las consecuencias de la política penitenciaria de excepción. Algunas de ellas ya no nos podrán acompañar y otras muchas están ahora mismo de viaje para realizar las visitas. Las vivencias de las personas hoy aquí presentes no son algo anecdótico, ni mucho menos, son el testimonio directo de las consecuencias de la naturaleza de la política de dispersión.

Hoy venimos a hablar de situaciones padecidas por familiares y allegados de los presos políticos vascos durante los últimos meses, desde que, a mediados del pasado junio, Pedro Sánchez anunciara cambios en la política penitenciaria. Son el testimonio del carácter cruel, inhumano y tiránico de la política de dispersión que mantienen activa pese a los anuncios realizados.

Xabier Atristrain y Unai Fano, presos políticos vascos, fueron trasladados a Euskal Herria para el nacimiento de sus hijos. Fano contaba también con una autorización judicial para asistir al parto que fue revocada en el último momento. Ambos realizaron una única visita para conocer a los recién nacidos y fueron trasladados inmediatamente de vuelta a las cárceles de Murcia, en el caso de Xabier Atristain, y a Algeciras, en el de Unai Fano.

Testimonio de Mamen Esteban: 

-Como muchas otras, sólo el hecho de ser familiar me lleva a sufrir las consecuencias de la dispersión y el alejamiento.

-Yo no viajo sola, lo hago con dos menores, como tantos niños y niñas cuyo derecho a una relación afectiva y familiar dignas es vulnerado.

-Hablamos de que se deben respetar los derechos fundamentales de todos los niños y las niñas. ¿Por qué los hijos e hijas de los presos vascos no los tienen?

-¿Hasta cuándo van a tener que recorrer miles de kilómetros para conocer o visitar a sus padres?

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Dos personas de avanzada edad, Joxe Aranburu y Maritxu Isasa, fallecieron el 11 y 17 de septiembre respectivamente. Joxe Aranburu, tenía 75 años y era el padre de Gotzon Aranburu Sudupe. Los viajes que forzosamente debía realizar para visitar a su hijo en la prisión de Villena, a 720 km del domicilio familiar, provocaron en tres ocasiones su ingreso en el hospital de Alacant. En dos de ellas no pudo recuperarse a tiempo y realizar la visita, que por supuesto perdió, porque así funciona la política de dispersión.

Maritxu Isasa era la madre del preso político vasco Mikel San Argimiro Isasa, encarcelado en Cáceres. Tenía 87 años y llevaba doce años sin ver a su hijo: su estado de salud no soportaba ya los desplazamientos a la cárcel de Cáceres; su derecho a las visitas lo habían anulado la presión y las condiciones de un viaje de 1.300 km.

En agosto murió Jose Cotano, padre de Aitor Cotano. Aitor fue trasladado de Puerto III a Zaballa para ver a su padre, pero cuando llamó a su casa desde la prisión alavesa, su familia le comunicó que su padre acababa de morir. También ha fallecido recientemente Carlos Ezeiza, el padre del preso Asier Ezeiza encarcelado en Mont de Marsan tras sufrir una larga enfermedad.

No podemos dejar de mencionar el sangrante caso de Justo Atristain, hermano de Xabier Atristain, a quien ya hemos mencionado antes. A los dos hermanos se les impidió verse, a pesar de que Justo se encontraba en la fase final de su enfermedad. A Justo le trasladaron en silla de ruedas hasta la puerta del domicilio de la compañera de Xabier, donde éste se encontraba, pero le denegaron verle. Justo Atristain falleció el día después.

Testimonio de Itzizar Sinde:

-Joxe Aranburu eta Maritxu Isasa gogoan ditut. Antzera pairatu dugu guk ere espetxe politikaren zentzugabekeria.

-Nire iloba den Aitor Cotanoren aita, Jose, abuztuan zendu zen gaixotasun luze baten ondorioz. Ez zuten aukerarik izan azken besrkada emateko.

-Espetxe politika ankerraren ondorioz Andaluzian, Puertoko espetxean preso dagoen Aitor bisitatzera ezin zuen joan Josek, azken ordua iritsi arte

-Galdera hau egiten dut… egoera hau mantentzeak nori egiten dio onura?

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El pasado 11 de noviembre se registraron el quinto y sexto accidentes de tráfico del año 2018 provocados por la dispersión y el alejamiento. Las víctimas fueron un amigo de Olga Comes Aranbillet, encarcelada en la prisión de Mansilla, León, a 360 km del domicilio familiar, y allegados del preso Karmelo Lauzirika Oribe, preso en Castelló I, a 550 km del domicilio familiar, cuando se dirigían a la visita.

La dispersión ha provocado 100 accidentes de tráfico en los últimos 10 años. Alrededor de 400 desde que se comenzara a aplicar. Más de 4.000 ciudadanos vascos son victimas potenciales al imponerles viajes interminables hacia cárceles alejadas.

Testimonio de Jone Artola:

-La visita no acaba cuando finalizan los 40 minutos de comunicación, sino cuando llegas a casa sana y salva.

-Somos familiares y allegados condenados a poner nuestra vida en peligro, fin de semana tras fin de semana.

-No lo hemos elegido nosotros, pero nos convierten en potenciales víctimas

-Y yo me pregunto, ¿la condición de ser familiares es suficiente para condenarnos?

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Otro caso que queremos referir por su crudeza es el de una adolescente que ya vivió la ausencia de su aita durante 13 largos años, y hoy, el alejamiento de su padre, Karlos Apeztegia, recientemente detenido, la enfrentan nuevamente con las implicaciones de la política de dispersión y con el sufrimiento, todo lo que colabora a hacer la vida de los adolescentes y de los más pequeños más difícil y dolorosa.

Testimonio de Amaiur Iragi:

-Motxiladun ume eta nerabeak kondenaturik gaude gure guraso presoen seme-alabak izateagatik.

-Gure haurtzaroa eta nerabezaroa zapuztu egin digute. Nire aita Zaballan egongo balitz astebururo ikusteko aukera izango nuke, haurtzaroaren zati bati uko egin gabe.

-Pozten gara beste haur eta nerabe batzuek ez dutelako jada sufritzen. Presoen seme alabek ere hobe bizitzeko eskubidea dugu.

-Ez dago aitzakiarik gure gurasoak Euskal Herrira ez hurbiltzeko.

-Noiz arte mantenduko dute sufrimendu hau?

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Más allá de los kilómetros de los largos viajes, todo esto es la política de dispersión. Estas son las vidas de las personas que la sufren; las vidas y el sufrimiento que se desprecia y las vidas y el sufrimiento con el que se negocia. Los diferentes gobiernos han hecho posible que este sufrimiento se perpetúe manteniendo y endureciendo la política de dispersión. El gobierno actual, pese a las expectativas que quiso crear, se está mostrando tan tiránico como para seguir infligiéndolo, y tan débil como para no atreverse a desactivarla y ponerle fin.

No sabemos a quién beneficia esta situación; cada uno de nosotros puede tener al respecto su propia perspectiva, pero todos sabemos que no es a la sociedad vasca, que continúa arrastrando una situación de sufrimiento, una carga que le impide avanzar.

Por ello, Etxerat vuelve a pedir a los estados que den de una vez los pasos para hacer realidad lo que por activa y pasiva demanda la sociedad vasca, sus instituciones y agentes políticos y sociales; la puesta en libertad de los presos con enfermedades graves y de avanzada edad; el acercamiento de todos y todas las presas del estado español a Zaballa; la aplicación del cómputo de penas y la desactivación de la perpetuidad y del mantenimiento del régimen cerrado.

ETXEAN ETA BIZIRIK NAHI DITUGU!

ETXEAN ETA BIZIRIK EGON NAHI DUGU!