- Las piedras que padece en la vesícula le causan grandes dolores
- Está dispersado a más de 900 kilómetros de Euskal Herria
ETXERAT. Tras más de un año de larga espera, el preso de Ondarru Xabier Aranburu perdió, el pasado 5 de agosto, la cita con el médico que debía atenderlo en el Hospital de Lyon. Aranburu está aquejado de piedras en la vesícula que le provocan fuertes dolores.
El martes día 5, el preso se preparó para el traslado al hospital pero, desde la mañana comenzó a sufrir diferentes provocaciones por parte de los funcionarios quienes, finalmente consiguieron su objetivo: sacar a Aranburu esposado de la celda sin que pudiese acudir a la importante cita que tenía con el cirujano, quien debía decidir si debía o no ser operado de su dolencia.
Aranburu no sólo no fue enviado al hospital sino que además ha sido castigado con la celda de castigo, donde pasará los próximos 20 días. Así lo decidió la comisión disciplinaria de la cárcel en la sesión celebrada el pasado viernes.
El derecho a la salud de Xabier Aranburu está siendo siendo vulnerado, día tras día, desde hace un año. Lo ocurrido el pasado 5 de agosto es otra muestra de la nula voluntad de la cárcel de Lyon por respetar sus derechos más básicos.
Fleury: Más medidas de excepción para vascos
Las condiciones de vida en la cárcel de Fleury son cada vez más duras. Hasta ahora, después de las visitas, los presos políticos vascos eran conducidos a una sala dónde se les realizaba un cacheo integral. Para asegurarse de que tampoco tenían nada en su cuerpo, los presos debían realizar algunos ejercicios cómo levantar las piernas o saltar.Existen dos modos de cacheo, en la cárcel de Fleury: con el preso desnudo o con la raqueta.
Desde hace dos semanas, la cárcel de Fleury está intentando aplicar las dos medidas de cacheo a los presos políticos vascos. No una o la otra, como se realizaba hasta ahora, sino ambas. Una medida nueva, otra vuelta de tuerca, a una situación de por sí, extrema que sólo se aplica a los presos políticos vascos.
Este nuevo estilo de cacheo fue el que le tocó soportar al preso político de Gernika Ibon Goieaskoetxea el pasado viernes 8 de agosto.
Tras realizar la visita con normalidad, Goieaskoetxea fue trasladado a dicha sala dónde le intentaron pasar la raqueta, a lo que el preso político se negó ya que, entendía que si le pasaban la raqueta, no sería necesario que se desnudara. Los funcionarios le informaron entonces de que, según la nueva normativa para los presos políticos vascos, estaban obligados a hacerlo así.
Es decir, un segundo funcionario, ha confirmado que existe una nueva normativa específica para presos políticos vascos en la cárcel de Fleury. Normativa que se está aplicando, además, en todos los módulos del centro penitenciario parisino.
Una nueva vuelta de tuerca en la vulneración de los derechos humanos de los presos políticos vascos.