ETXERAT. El preso político vasco Juan Mari Etxabarri que se encontraba en Sevilla II, tuvo que ser hospitalizado de urgencia el pasado 4 de agosto, con motivo de una neumonía grave.
Tras pasar un mes largo en dos hospitales sevillanos, y una vez de que se detectó el virus que le producía la infección y se le aplicó el tratamiento correspondiente, el pasado martes fue trasladado de nuevo a la prisión de Sevilla II, a 954 kilómetros de su pueblo.
Queremos recordar una vez más que la política de dispersión propicia que hasta el más leve problema de salud se convierta en una dolencia grave, insoportable y cruel. Los familiares de Juan Mari han tenido que realizar viajes de 2.000 kilómetros para visitar a su familiar ingresado, con todo lo que ello supone de nerviosismo, ansiedad y preocupación.
Es urgente dar pasos en el contexto de un trabajo amplio y eficaz para acabar con la dispersión y sacar de la cárcel de a los presos enfermos para no volvernos a encontrar con más noticias crueles. No podemos esperar más tiempo.