ETXERAT (24-11-2019). Cuatro allegados de presos y presas vascas han sido víctimas de dos accidentes de circulación a lo largo del fin de semana, afortunadamente sin sufrir daños de consideración.

Se constata pues, una vez más, la condena impuesta a los familiares y allegados que deben seguir recorriendo largas distancias para realizar las visitas a sus seres queridos, pese incluso a que se agudice el riesgo de sufrir percances con motivo de las condiciones metereológicas muy adversas, como las producidas este fin de semana.

El pasado viernes, amigos de los presos donostiarras Ainhoa Mujika y Jon Olarra encarcelados en la prisión de Albolote (Granada, 840 km) sufrieron a última hora de la tarde una colisión en la N-1, con resultado de daños de chapa, en un punto situado unos 75 kilómetros antes de llegar a Madrid, en un tramo en el que las intensas lluvias provocaron una larga retención. Pudieron reemprender la ruta y realizar la visita ayer por la mañana, para emprender posteriormente el camino de vuelta.

Las condiciones en que había quedado el vehículo y el temporal que continuaba determinaron que el retorno se prolongará, incrementando por lo tanto el peligro en la conducción, llegando a casa a media madrugada de hoy domingo.

Ayer sábado, por otra parte, dos allegados, entre ellos un menor, de la presa de Iruñea Olga Comes, encarcelada en Villabona (Asturias, 440 km), fueron víctimas de otro accidente en Altube, Araba, tras realizar la visita. La furgoneta en la que viajaban se salió en una curva, colisionando con el lateral, en un lugar en que previamente, con motivo de la intensa lluvia que había empeorado mucho las condiciones de la carretera, se habían registrado otros dos accidentes.

Al igual que ocurre habitualmente, las horas de conducción son un elemento que agravan el peligro de estos viajes. Los ocupantes del vehículo se pusieron en carretera, tras salir del trabajo, para viajar durante cuatro horas, a lo que hay que añadir tres horas de vuelta tras dormir junto a la prisión. En el caso de Olga Comes, además, se trata del tercer accidente que sufren su familiares y amigos para poder realizar las visitas.

Estos dos nuevos siniestros elevan a ocho el número de accidentes sufridos a lo largo de 2019 por familiares y allegados, lo que constata la macabra ruleta rusa de los largos viajes impuestos que se han cobrado durante 50 años alrededor de 1.000 heridos y un total de 16 víctimas mortales.

La condena a los familiares y el mantenimiento de la dispersión resulta insostenible y debe acabar con urgencia, tal y como lo manifestamos ayer en acto celebrado en el Liceo de Gernika, con una amplia representación política y social. Es urgente poner fin a la condena a los familiares y allegados, reconocer a las víctimas de la dispersión y acercar a todas las presas y presos a Euskal Herria, para que nunca más vuelvan a ocurrir accidentes como los de este fin de semana.

Etxerat convoca concentraciones para denunciar estos accidentes:

- Iruñea: Lunes, 25. 20.00 frente al Gobierno Civil
- Gasteiz: Martes, 26. 19.00 horas, Plaza de la Virgen Blanca
- Bilbo: Martes 26, 19:30, Plaza Arriaga
- Donostia: Miércoles, 27. 19.00. Boulevard, al lado del Ayuntamiento

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