- Bixenta Sola se golpeó contra una pared tras tropezarse durante el “vis a vis”
- Han sido necesarias 13 grapas para cerrar la herida en la cabeza. La cárcel se negó a llamar a una ambulancia.
Etxerat. La cárcel de Badajoz fue, el pasado 26 de julio, escenario de otro ataque directo a los derechos humanos más fundamentales. Ese sábado, la madre del preso político de Bilbao Igor Gonzalez Sola, Bixenta Sola, se dirigió, con su nieto de dos años, hasta el penal para realizar un vis a vis. Dados los impedimentos físicos de la madre, propios de la edad, los vis a vis de la familia se realizan en una galería de la planta baja de la prisión ya que Bixenta tiene problemas para subir escaleras.
Todo transcurría con normalidad hasta que Bixenta tropezó y se golpeo, fuertemente, contra la pared. Comenzó entonces a sangrar copiosamente por lo que su hijo Igor pulsó reiteradamente el timbre de emergencia para que pudiese ser atendida. El timbre no funcionaba por lo que tuvo que comenzar a golpear la puerta y chillar para que los funcionarios la pudiesen atender. Todo, ante la asustada mirada del niño. Cárcel, sangre, una persona de edad, un niño de apenas dos años, momentos de tensión..
A pesar de golpear fuertemente la puerta, los funcionarios seguían sin escuchar a Igor. Fue tras 25 largos minutos cuando por fin acudieron a su llamada. Igor les pidió entonces que llamaran a una ambulancia pero los funcionarios inicialmente se negaron. Intentó entonces que llamaran al médico pero éstos le respondieron que no podría acudir por lo que tampoco lo hicieron. Preguntaron entonces por un teléfono para poder llamar, ellos mismos,a la ambulancia. Tampoco fueron autorizados.
Los gritos alertaron entonces a otros familiares que también se encontraban realizando un vis a vis. Tras acercarse y observar la escena fueron ellos mismos quienes tuvieron que hacerse cargo de la situación y quienes acompañaron a Bixenta hasta la puerta del Centro Penitenciario sin recibir ayuda alguna de los funcionarios. En ese momento se presentaron el médico y el enfermero, pero los familiares decidieron trasladarse a urgencias por sus propios medios.
Una vez fuera de la cárcel, los acompañantes de Bixenta la vieron acercarse con un paño ensangrentado en la cabeza por lo que la trasladaron inmediatamente a un Centro Hospitalario. En el hospital le fueron colocadas 12 grapas.
Triple castigo
Etxerat quiere volver a denunciar este nuevo episodio de ataque a familiares. Se trata de una vulneración de uno de los derechos más elementales del ser humano, el derecho a la salud. Un ataque que se produce además a 700 kilómetros de EuskalHerria. Un ataque alentado por un sistema con la venganza como centro. Otro ataque sistemático a los derechos humanos. En este caso se han vulnerado los derechos del niño, los derechos de Bixenta –a la salud,a una atención médica urgente- y los del preso.
Para denunciar los hechos y mostrar la solidaridad con la familia Sola Gonzalez Etxerat ha convocado una concentración para el próximo miércoles 7 de agosto en la Plaza Circular de Bilbao a las 18:30. Después, Bixenta acudirá al Juzgado de Guardia a interponer la pertinente denuncia.