Ikasketaeskubidea2

ETXERAT. El lunes 12 de septiembre, la comisión de estudios de Etxerat se concentró en Bilbao a raíz de la apertura del nuevo curso de la UPV, reclamando el derecho al estudio de los presos vascos en la Universidad Pública Vasca, y denunciando el veto que esa institución aplica a los presos políticos vascos desde hace años para poder estudiar. Lurdes Rodriguez, habló ante los medios en nombre de Etxerat. A continuación adjuntamos las declaraciones realizadas:

 

"Ante el comienzo oficial del curso 2015-16 en la UPV, nos hemos reunido una representación de familiares, junto a sindicatos, profesorado, PAS y alumnado de la UPV, para hacer llegar nuestra petición a las autoridades de la UPV y del Gobierno Vasco: las presas y presos vascos tienen derecho estudiar en la UPV y en euskara. Eso es lo que solicitamos otro año más a las autoridades del País Vasco: que garanticen ese derecho, ya recogido en la legislación.

Las personas presas realizaban sus estudios en la universidad pública de la CAV desde los años ochenta; pero, en el año 2003, fueron expulsadas de la UPV y actualmente las personas presas en cárceles del estado español no pueden estudiar en la UPV. Está claro que las gestiones realizadas por las autoridades de la UPV y de la CAV durante estos años han sido insuficientes para garantizar su derecho.

De hecho, las gestiones realizadas han dejado en evidencia la impotencia política, académica y legislativa de las instituciones de la CAV para paliar esta situación injusta. Sus palabras y discursos favorables no han tenido resultados prácticos.

Por ello, acudimos hoy a la apertura oficial del curso académico 2016-2017 para solicitar a las autoridades del Gobierno Vasco y a los representantes universitarios que garanticen el derecho de las personas presas a estudiar en la UPV.

A la representación del Gobierno Vasco, solicitarle que garantice el derecho al estudio. La Ley del Sistema Universitario Vasco, aprobada en el año 2004, recoge el derecho al estudio para todas las personas, sin exclusión. Llevan doce años sin cumplir esa ley en este punto y sin ejecutar el desarrollo previsto en la misma.

Al Rectorado de la UPV, emplazarle a cumplir su función básica. Hasta hoy la UPV sigue acatando la prohibición a ejercer su función primera de enseñar a las personas vascas presas en cárceles españolas; ya que no ha conseguido el acuerdo que le exige el Gobierno de Madrid, para poder matricular a las personas presas.

Durante estos doce años, tanto el Gobierno Vasco como la UPV han estado pendientes de lo que se decidía en Madrid, sin asumir sus responsabilidades e incumpliendo su propia legislación.

La política carcelaria de España y Francia no oculta su objetivo de castigar de forma específica a las presas y presos vascos: alejamiento, dispersión y aislamiento, alargamiento de condenas, conculcación de derechos básicos... que tienen como objetivo principal destruir su dignidad como personas, al tiempo que nos castiga directamente por ser sus familiares. En este contexto situamos la prohibición de estudiar.

Nuestra reivindicación plantea superar estas políticas inhumanas y garantizar el derecho al estudio en cárceles, uno entre tantos derechos básicos conculcados. En esta línea, emplazamos a la UPV, al Departamento de Educación y al Gobierno de Gasteiz a que tomen las medidas políticas, legales y académicas necesarias para garantizarlo. Les emplazamos a que asuman y hagan realidad dos aspectos fundamentales para garantizar el derecho a la educación en las cárceles:

- Firmar el acuerdo que exige el Gobierno de Madrid, para que las personas vascas presas en cárceles españolas puedan estudiar en la UPV.

- Superar la discriminación y el deficiente funcionamiento en la UPV, ofertando a las alumnas y alumnos presos en cárceles francesas una enseñanza gratuita y de calidad.

Este es el compromiso que pedimos al Gobierno Vasco y a la UPV para poder garantizar el derecho al estudio.

En esta línea y con estos objetivos, queremos agradecer su solidaridad a todas las personas que día a día están comprometidas, tanto desde el trabajo sindical, como académico, administrativo o de ayuda en los estudios; ya que es este trabajo silencioso el que está generando posibilidades reales de estudio.