ETXERAT. También este verano, como todos los años, pero quizá con mayor motivación que nunca, Etxerat se concentrará en distintas playas de Euskal Herria y por esa razón, al objeto de explicar la iniciativa, realizamos hoy, en Donostia, esta comparecencia. Otro verano más, Etxerat se concentrará el próximo 5 de agosto en las playas, al objeto de demandar el fin de la política de dispersión porque queremos y necesitamos a los presos y exiliados políticos vascos vivos y en casa.
Etxerat denunciará ese día las consecuencias de la política penitenciaria de excepción, una anomalía que tanto los presos, como los familiares y amigos venimos sufriendo durante las tres últimas décadas. Una anomalía que no podemos permitir que se asuma con normalidad, porque la sociedad vasca no puede vivir con normalidad. Sobre cientos de familias, sobre miles de personas pesan, día tras día, las consecuencias de la dispersión: sufrimiento y dolor.
Tres décadas a lo largo de las cuales, cada fin de semana, ponemos nuestras vidas en juego en unos viajes que no hacemos por propia voluntad. Los familiares y allegados de los presos políticos vascos seguimos sin poder hablar del sufrimiento en pasado, porque nuestro sufrimiento continúa ligado al presente y por eso, queremos denunciar nuevamente que, desgraciadamente, continuamos siendo víctimas potenciales. Somos más de 4.000 víctimas potenciales que seguimos poniendo en riesgo, cada semana, nuestra vida y nuestra salud, por seguir manteniendo nuestro derecho a las visitas.
Es cierto que existe un extenso consenso consolidado ya en nuestro país en torno a lo que se ha definido como agenda urgente de resolución, que contempla el acercamiento a cárceles vascas de todos los presos y presas y la libertad para los gravemente enfermos; junto al desbloqueo de la demanda de evolución de primer a segundo grado en el Estado español; la aceptación de la acumulación de penas cumplidas en Francia y la transferencias en materia penitenciaria.
Por eso, tal y como hemos señalado anteriormente, es más importante que nunca la movilización, tomar la iniciativa, que la propia sociedad vasca empuje para que esa demanda mayoritaria comience a dar sus frutos. Tampoco este verano los familiares y allegados de los presos vascos tienen vacaciones, todavía siguen condenados a realizar largos desplazamientos para realizar las visitas a miles de kilómetros de sus casas. Precisamente por eso, estaremos en las playas la próxima semana: una vez más, queremos poner voz a una situación silenciada, una situación que nace de una política vulneradora de derechos que se ha perpetuado con el sufrimiento como único objetivo.
Por otra parte, también queremos adelantar que el próximo día 1 de agosto, miércoles, Etxerat se concentrará como cada año delante de la Basílica de Loiola, a partir de las 10:30, con el mismo objetivo de exigir públicamente el final de la política de dispersión y entregar al lehendakari de la CAV un documento en relación con esta cuestión.
Llamamos a la ciudadanía vasca, para que el día 5 de agosto, esté con nosotros en las siguientes playas:
-Bizkaia: Muskiz, Laida, Laga, Laidatxu (Mundaka), Lekeitio y Ondarroa 12:00; Bakio 12:30etan; y Ea 13:00. La víspera, el 4 de agosto, Gorliz-Plentzia 12:00.
-Gipuzkoa: Deba, Zarautz, Orio y Donostia, 12:00; Mutriku 12:30etan.
-Lapurdi: Hendaia 12:00.
¡LAS Y LOS QUEREMOS VIVOS Y EN CASA! ¡STOP DISPERSIÓN!