ETXERAT (20-VII-2019). Las 47 encausadas en el sumario 11/13 han dado a conocer la situación de sus hijos e hijas y denuncian el sufrimiento añadido que padecen sus seres más queridos. Más de 300 personas del ámbito de la educación, psicología y salud han dado apoyo y publicado un pequeño dossier informando sobre las síntomas que pueden padecer los niños y niñas de los encausados a puertas del juicio en la Audiencia Nacional. A continuación el texto íntegro de la rueda de prensa:
El 16 de Setiembre va a empezar en la Audiencia Nacional el macrojuicio 11/13 contra 47 personas relacionadas con distintos grupos de apoyo por los derechos de los y las presas vascas.
Nuestra actividad ha sido pública y abierta, en un momento en el que desde distintas instancias se estaba intentando impulsar un viento favorable en pos de la paz y la solución.
Estabamos trabajando para superar los sufrimientos del pasado en un futuro cercano.
Las 47 personas tenemos un entorno amplio; ya sea en la familia, la comunidad o en los grupos de amigos de las que formamos parte. Muchas de nosotras somos padres y madres, de las cuales, la mayoría tenemos menores a nuestro cargo: en total 38.
Precisamente, la gestión a realizar con nuestros hijos e hijas, se ha convertido en el mayor quebradero de cabeza para muchas imputadas. Qué decir, cuando decir, como decir; que en algún momento, su padre o madre pueden faltar de casa para mucho tiempo.
Sentimos que ya estamos cumpliendo condena antes de que se dicte la sentencia. Percibimos que el nerviosismo instalado ya en las casas, está empezando a afectar en nuestras hijas; y si al final somos condenadas, nos preocupa sobremanera, las graves consecuencias que pueda acarrear el que no puedan llegar a asimilar la situación.
Para realizar un análisis detallado del daño que pueda deparar el proceso, hemos pedido ayuda a profesionales del ambito de la psicologia y la pedagogia.
Estos profesionales han elaborado un dossier qué a continuación explicará brevemente la psicóloga:
Principalmente y en todos los casos, la perdida de una persona referencial en una familia bien organizada, trae consigo una desestructuración.
Desde el punto de vista sintomatológico, podemos distinguir tres fases:
Antes del juicio, el estrés los padres produce ansiedade inquietud en sus hijos e hijas. Y entre otras cosas, dificultad para expresar con palabras lo que sienten.
Durante el juicio, los anteriores sintomas se van ampliando y profundizando. La exposición en los medios públicos de sus madres y padres, y las idas y venidas de la Audiencia Nacional, aumentan el estrés, alos que acompaña una minusvaloración de la imagen.
Un posible encarcelamiento, traería consigo una sintomatología más precisa. Los niños y las niñas, en general, no son capacez de enteder en su totalidad la ausencia de sus pregenitores, y esto afecta directamente en el duelo a superar. Depresión, abatimiento, falta de esperanza; y llevado hasta el extremo, incluso pueden desarrollar la idea del suicidio.
Además, queremos poner el énfasis en la figura de dos de estos menores por las enfermedades e incapacidades que padecen. Su situación requiere una atención y un cuidado especial. El encarcelamiento de uno de susprogenitores puede deparar en unas consecuencias sin remedio para ellas.
Este macrojuicio, en sí, no tiene sentido. Tal y como se ha pedido desde distintos ámbitos de la sociedad vasca, solicitamos la anulación de dicho juicio, y abrir las puertas a la solución y al futuro.
Los padres y las madres no deben ir a prisión; los hijos e hijas no pueden entrar en la rueda de la política penitenciaria. No pueden convertirse en niños de la mochila.
Lo razonable y sensato es que puedan desarrollarse tranquilamente con sus padres y madres. Que jueguen en el parque, que aprendan en la escuela, que disfruten de las atracciones, que lean cuentos, que rían con los payasos; sin ninguna sobrecarga.
¡Tienen un futuro por delante!