ETXERAT (15-5-2022). La sola celebración de la 19ª Asamblea Nacional de Etxerat, el solo hecho de que debamos seguir trabajando en el asesoramiento y acompañamiento a nuestros familiares presos debería activar la luz de alrma, ya que es la más clara constatación de que España no aplica su propia ley a los presos vascos.
¡No hay derecho! Han transcurrido diez años del final de los ciclos de violencias, cuatro desde que el presidente Sánchez anunciara un cambio en la política penitenciairia y casi tres desde que el presidente Macron anunciara solución a las consecuencias del conflicto. Pero el Estado español, apremiado por sectores políticos y judiciales que priorizan la venganza frente a resolución y convivencia, sigue sin resolver el final de la excepcionalidad.
Hacemos realidad esta asamblea de Durango mientras salimos de la pandemia que ha machacado sobremanera a la población reclusa, a nuestros familiares y a nosotras mismas, olvidadas, angustiadas, con las comunicaciones suspendidas y el vínculo familiar roto.
Parece mentira pero hay que recordar que quedan 186 presos políticos vascos en prisión. Tenemos a varios familiares que sobrepasan ya los 30 años de cárcel, casi una veintena superan los 65 años de edad, un total de 19 que padecen enfermedades graves. Persiste la cifra de 32 exiliados ydeportados políticos que continúan sin poder volver a EH.
No se atisba voluntad de pasar definitivamente página y estamos ya muy hartas de que no aplique siquiera su propia legalidad. Un total de 85 presos no han sido aún acercados; 168 presos deberían estar saliendo de permiso y sólo lo hacen 22; 132 presos deberían estar en 3º grado, pero sólo lo están 14. Es paradigmatico que Etxerat deba seguir celebrando asambleas pero que sepan que vamos a seguir trabajando para contribuir a hacer un poco mejor este país y hasta que todas y todos alcancen la libertad.